Carlos Quintero, arrollado: «Es una vida lo que va por la carretera»

carlos-quintero-terengganu-moto

Foto: Gorama Cycling

La mala suerte es el enemigo que mejor disimula su presencia. Adquiere cualquier forma. Ofrece su peor actitud. A Carlos Quintero, el formidable escalador colombiano del Terengganu Inc. TSG Cycling Team de Malasia, se le apareció en forma de motorista impaciente que, colisionando contra él, le ha producido una lesión en la mano.

El corredor colombiano aún trata de asimilar lo ocurrido: «Estaba entrenando en la vía Las Palmas en Medellín y un motociclista violó una señal de stop y me arrolló. Al principio estaba muy asustado porque me dolía demasiado la mano izquierda, pero cuando llegó el servicio de ambulancia y los encargados del seguro pude estar más tranquilo», rememora aún con el disgusto instalado en su afinado cuerpo. Una vez en el hospital, el diagnóstico fue claro: presentaba fuertes contusiones en la mano izquierda, incapacidad por un mes y después 10 días de fisioterapia para recobrar la movilidad de la misma.

Todo ello, con el circuito asiático prácticamente parado, minimiza la frustración que aún siente, ya que «por ahora el tema del calendario ciclístico es incierto, nosotros teníamos planeado reiniciar la temporada en el mes de septiembre, pero aún no hay claridad con las organizaciones de las carreras. Por ahora el equipo me ha brindado un excelente apoyo y me dicen que lo más importante es recuperarme al 100%«, señala con una pequeña sonrisa que trata de hacerse un espacio en su resignación.

carlos-quintero-terengganu-2020-1

Foto: Gorama Cycling

Sin embargo, Quintero no quiere que su mala suerte quede instalada en el anonimato. Desea que lo que le ha ocurrido sirva, al menos, para lanzar al aire una recomendación: «El mensaje no es solo para los conductores, sino para todos los usuarios de la vía, sean motociclistas, ciclistas, automovilistas o peatones. Lo más importante es tener paciencia, saber que el otro es más vulnerable y que ante todo es una vida la que va transitando por la carretera. El respeto y la conciencia ciudadana es el pilar de una buena convivencia», zanja con firmeza.

Ahora, su trabajo es recuperar lo mejor posible su mano, pero, sobre todo, aportar con este mensaje su granito de arena para que, cuando la mala suerte vuelva a aparecer en la silueta de un impaciente motorista, se lo piense dos veces. Por Quintero, o por cualquier otro.

Galería