Andrey Amador: «Costa Rica no es un país de tramposos»

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Andrey Amador. Foto: Fizik

El icono del ciclismo en Costa Rica, Andrey Amador, ha alzado la voz en defensa de este deporte en su país. A través de una carta abierta, el ciclista del Movistar Team ha querido dar su opinión después de anunciarse 12 positivos -siete del mismo equipo- en la pasada Vuelta a Costa Rica (2.2) disputada en diciembre de 2017.

Amador ha resaltado su compromiso con la limpieza en el deporte y ha sañalado que las victorias deben lograrse «de forma justa y sin trampas» y no ha dudado en «denunciar los hechos» ocurridos: «Estoy totalmente en contra de estas prácticas«.

Por otra parte, el tico ha lamentado que la Vuelta a Costa Rica se vea «manchada» por el dopaje y ha pedido a los aficionados del país que sigan «confiando en este deporte», afirmando además que la mayoría de los ciclistas están limpios: «Los que se han equivocado, aunque tristemente sean bastantes, son un minoría«, ha expresado.

El mensaje más claro lo ha lanzado al mundo como «representante nacional del ciclismo». No quiere que tomen a Costa Rica por lo que no es: «Nuestro país no es un país de tramposos. Es un país de gente humilde y trabajadora, y todo lo que ganamos lo hacemos de forma ética«, concluye.

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Amador, en la pasada Challenge de Mallorca.

Esta es la carta abierta que ha publicado el corredor:

¡Hola a todos!

Hoy es uno de los días más tristes para nuestro ciclismo. Me duele ver que la Vuelta a Costa Rica, la que tendría que ser nuestra fiesta para celebrar este deporte, se vea manchada de esta manera por el dopaje.

Hago esta carta porque de pequeño aprendí que no solo en el ciclismo, sino en la vida en general, todo lo que uno gana lo debe hacer de forma justa y sin hacer trampas. Así que, como representante del ciclismo nacional en el mundo, denuncio estos hechos ya que estoy totalmente en contra de estas prácticas.

Además me gustaría que siguieran confiando en este deporte. Este año no me pude acercar a la Vuelta a Costa Rica porque mi hija está a punto de nacer, pero desde la distancia fue un orgullo ver a tantas familias en la carretera unidas por el ciclismo. Como he dicho antes, la Vuelta a Costa Rica debe ser una fiesta. Y a pesar de lo ocurrido, lo debe seguir siendo. Porque los que se han equivocado, aunque tristemente sean bastantes, son una minoría y el resto de nuestro ciclismo les necesita.

Así que me gustaría acabar la carta con dos mensajes: uno para los ticos, y otro para todo el mundo. Para los míos, me gustaría decirles que no tengo ninguna duda de que de este golpe nos vamos a levantar y de que hay que confiar en los que hacen el trabajo bien hecho. Y para todos los seguidores del ciclismo en el mundo, me gustaría decirles que nuestro país no es un país de tramposos. Es un país de gente humilde y trabajadora y que todo lo que ganamos, lo hacemos de forma ética y con trabajo.

Pura vida