Análisis del Tour de Francia: adiós a Copenhague, hola a Bilbao

Análisis del Tour de Francia: adiós a Copenhague, hola a Bilbao

El «Grand Départ» ya ha finalizado. Las tres primeras etapas del Tour de Francia han servido, en primer lugar, para que ASO -los organizadores- haga caja. Se rumorea que el coste de esta salida ha sido de 5,5 millones de euros. Pero lo cierto es que hay otras muchas noticias positivas de la salida desde Dinamarca. Y la más importante de todas: la explosión de apoyo popular hacia la carrera.

El hecho de que el Tour de Francia salga desde fuera del territorio francés ha dejado de ser una anécdota para ser una opción muy utilizada por parte de los organizadores. Dinamarca es el décimo país diferente que acoge esta gran salida: Países Bajos, Bélgica, Alemania, Suiza, Luxemburgo, Irlanda, Reino Unido, Mónaco y España ya han vivido esta experiencia.

Es más, este año se da la circunstancia de que el Giro ha arrancado desde Hungría, el Tour lo está haciendo desde Dinamarca y la Vuelta lo hará desde Países Bajos, con etapas los días 19, 20 y 21 de agosto en Utrecht, ‘s-Hertogenbosch y Breda son las ciudades anfitrionas de la Vuelta a España.

Para muchas regiones y ciudades, la inversión que realizan en la salida de una de las grandes vueltas sigue siendo muy económica. Dinamarca, por ejemplo, ha conseguido vender su país con decenas de horas de televisión en directo a todo el mundo por un coste ridículo de 5,5 millones de euros y, además, logrando que el público -y contribuyente- se emocione y se involucre en el evento deportivo. Si la inversión en Juegos Olímpicos resulta difícil de justificar, la apuesta por una salida del Tour es precio/repercusión muy rentable.

Eso ha hecho que digamos adiós a Copenhague, pero que ya podamos decir hola a Bilbao, puesto que no hay que olvidar que la salida del Tour de Francia de 2023 se realizará en la capital de Vizcaya: Bilbao. Es más, también parece que hay salida en el extranjero garantizada para 2024: Florencia (Italia). El ciclismo amplía fronteras y logra ampliar popularidad. Lo que aún nadie ha conseguido es romper con la barrera logística de realizar salidas en países como Estados Unidos, un sueño que sigue pareciendo imposible de alcanzar. La salida del Giro en Jerusalén es, posiblemente, el récord en distancia para un gran organizador. La pregunta visto el interés de organizadores y ciudades por salir fuera de las fronteras es… ¿hasta cuándo se mantendrá ese récord?

FOTO: A.S.O / Pauline Ballet