Aida Nuño, la reina del CX: «Ahora no tienes la sensación de tirarte al vacío»

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Foto: Javi Linares / CC Meruelo

A sus 35 años, la asturiana Aida Nuño ha demostrado el mejor estado de forma de toda su carrera deportiva. Una temporada de ciclocross para enmarcar en la que ha roto barreras hasta ahora infranqueables para nuestra disciplina, al menos, a nivel femenino. Vencedora de la Copa de España, octava en la Copa del Mundo de Tábor y con un sinfín de victorias en el calendario UCI español.

Y de fuera. Porque el primer triunfo de la actual campaña llegó a primeros de septiembre en China, en el Qiansen Trophy de categoría C1. Una carrera que en principio no estaba prevista hasta que «surgió la oportunidad en verano», ya que la corredora asturiana suele ser más bien de empezar «tarde» la competición: «La verdad es que no me lo pensé mucho cuando me llamaron. Fuimos un poco a ciegas, sin saber lo que habría allí. Pero la organización fue muy profesional. Se nota que quieren tener una Copa del Mundo lo antes posible, quieren demostrarle a la UCI que saben hacer las cosas. Y yo pienso que no tardaremos mucho en verla, será antes de lo que pensamos», vaticina.

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Foto: EKZ CrossTour

Teniendo en cuenta que los objetivos de la temporada pasaban por hacer ese Top10 en la Copa del Mundo, mantener un rendimiento constante toda la campaña y, sobre todo, verse delante fuera, lo cierto es que «difícilmente» podría Nuño esperar el rendimiento que ha tenido después en las carreras nacionales. Pero pese a haber adelantado su inicio competitivo, no teme que el desgaste pueda pasarle factura en este mes que resta: «En ese sentido no tengo miedo. Todo lo que hice en verano, y también las carreras chinas, estaban en la planificación para el cicloross», comenta.

De hecho, ese fue uno de los motivos para decantarse por el CC Meruelo como su equipo: «Teníamos claro el objetivo. El calendario se enfocaba a estar bien aquí, a apostar por el ciclocross. Pasé varios meses sin correr, hasta finales de mayo, por lo que creo que tengo margen de sobra. Luego en el puente de diciembre hice un pequeño descanso para coger aire, por lo que creo que incluso tengo tiempo para apretar un poco más hasta el Mundial. Y además este año tengo el mejor material posible con Trek, y con la gente que tengo detrás apoyando».

Pero antes del Mundial llega, este fin de semana, el Campeonato de España donde ella estará en dos pruebas: el Team Relay con Asturias y la prueba individual defendiendo los colores del CC Meruelo. «Si no pasa nada, será mi 20º campeonato consecutivo. Son muchos ya, pero para este estoy más tranquila. Tras ganarlo en 2018, quería disfrutarlo a tope, lucir el maillot toda la temporada y dar lo que tuviese. El Top10 que llevaba tanto tiempo persiguiendo fue como quitarme la espina, y conseguir el séptimo nacional sería muy bonito pero llevo la tranquilidad de que los otros seis están ahí. Y si la cuenta no sube, no pasa nada. Lucía está a un gran nivel y además tendrá años por delante para superarme. Será difícil ganarle y será, también, un duelo bonito«, reflexiona sobre la cita del domingo.

Foto: L. Palacio Fotografía

Y después, en principio, el Mundial. Un circuito que, reconoce, no le «entusiasma» demasiado pero donde confía en mantener el buen nivel que ha exhibido todo el año a escala internacional: «Otro Top10 sería ya genial, tanto en las Copas del Mundo que faltan como en el propio Mundial, pero el objetivo es un Top15. Ése es el que hay que intentar, con ambición y ganas». Y pasada la cita, decidirá si sigue en Bélgica

Pese a haber cumplido los 35, Aida sigue mejorando y en estos meses está demostrando, sin duda, su estado de mayor solidez y forma física. Algo que, para ella, también tiene su explicación: «Hubo años en que no me exprimía porque compaginaba con el trabajo. Llevo unos cinco dedicada más en serio, y eso al final se nota en resultados. Vas subiendo un peldaño cada vez. Si llevase más tiempo dando el máximo, tal vez ahora tendría menos frescura, pero creo que estoy en la edad y el periodo perfectos para que salga lo mejor de mí porque también tengo más calma para afrontar las cosas».

Y es que la experiencia también es un grado, y el ranking UCI puede dar fe de ello: «Hay gente de mi edad o incluso mayores que están arriba. Hace unos años a todas nos parecía una locura hacer Top10 en la Copa del Mundo. Llevo cuatro años persiguiéndolo sin creer que pudiera, pero lograrlo abre puertas y demuestra que las cosas, con trabajo, llegan. Ojalá yo lo logre otra vez, pero no tardará en llegar otro Top10 español aunque no sea de mi mano», comenta.

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Foto: RFEC

La principal razón de esa diferencia inicial entre el ciclocross europeo y el español se encuentra, según Nuño, en los circuitos: «Son muy distintos. Aquí hacemos circuitos revirados y lentos, aunque hay que valorar el esfuerzo de los organizadores por traer gente buena de fuera a España. Entre todas nos vamos acercando». Otro aspecto positivo es el calendario nacional y su crecimiento: «Cuando empecé, en Valencia no había nada. Madrid tenía algo más, pero ni de lejos como ahora. Andalucía ha hecho varios intentos y parece que esta vez se va consiguiendo un calendario algo más sólido. El ranking UCI se logra por ir rápido y también porque los oganizadores han añadido carreras UCI y hay puntos cerca de casa. Han salido equipos como el Delikia-Ginestar, el Nesta o el CC Meruelo, que no es UCI pero está llevando a gente joven fuera».

En cuanto al futuro de la disciplina, cree que habrá unos años de «hueco» pero ve con esperanza a la categoría sub23: «Lucía aún tiene tiempo, está en una edad mediana, pero detrás queda un salto. Sandra Trevilla es la siguiente elite, y y detrás vienen chicas con ganas: Luisa Ibarrola, Paula Díaz o Irene Trabazo siguen progresando. Creo que el crecimiento de la especialidad hará que algunas se planteen seguir. Yo nunca me planteé que el CX pudiera ser una opción, no lo veía viable. Hoy al menos hay algo más de seguridad, sin la sensación de tirarse al vacío. Hay gente de esas edades que puede hacer cosas bonitas. Y todas las puertas que vayamos abriendo las podrán aprovechar dentro de poco», explica la asturiana.

Además de ser el vigésimo Campeonato de España consecutivo para Nuño, también es el último para Ruiz de Larrinaga, con quien tiene «una magnífica relación» ya que ha compartido «mucho» con él: «Hubo tres años que ganó el Nacional él, y yo también. Íbamos parejos en títulos, y siempre teníamos la broma de si seguiríamos sumando juntos. Es un ciclista que ha sabido ver el ciclocross desde un punto de vista distinto a como se había hecho hasta ahora. Ha abierto muchas puertas a los que venían detrás. Lo recordaremos como persona más que como corredor, y eso dicho de uno de los mejores de la historia de nuestro país habla muy bien de él», concluye. A los 35 años, ella también espera seguir abriendo puertas a las corredoras que vengan detrás y derribando barreras hasta ahora impensables en el ciclocross femenino.