La París-Tours ya no es para sprinters (Recorrido)

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Una de las grandes clásicas del calendario, por más que no esté en el WorldTour, ha decidido hacer algunas modificaciones en su recorrido para diferenciarse de sus propias señas históricas de identidad. La París-Tours es -era- una prueba de la extinta Copa del Mundo y siempre había acompañado a las grandes clásicas del calendario hasta que salió del WorldTour en 2018.

En cualquier caso, eso no le ha quitado un ápice de calidad a la participación que se reúne allí cada año. Pero a lo que íbamos, esta edición 2018 va a ser muy distinta a las vividas anteriormente. La organización ha decidido cambiar el recorrido para hacerlo más apto a clasicómanos, con lo que eso supone a los sprinters.

Recortada de los 235 a los 211 kilómetros, los últimos 50 son una sucesión de cotas y caminos de tierra entre viñedos, hasta un total de 12,5 kilómetros por esta superficie. Sin embargo, tampoco eso asegura que no vaya a haber una llegada masiva. La última cota, Rochecorbon, se sitúa a sólo 11 de meta y eso dificulta las cosas. No será porque la organización no lo ‘intente’.

Cartel de lujo, como siempre

De todas formas está claro que hay muchos corredores de los que se meten en sprints regularmente que también pueden optar a clásicas de cotas. Arnaud Démare, Dylan Groenewegen y André Greipel van a estar presentes. También el ganador de 2014, Jelle Wallays, y otros anteriores como Philippe Gilbert, ya recuperado. No estará el ganador de 2017, Matteo Trentin.

Lo que si habrá es presencia española, esta vez de la mano de Euskadi-Murias que tras la enorme Vuelta a España realizada quieren terminar con fuerza la temporada. Amantes puros de las piedras y cotas también habrá unos cuantos: empezando por Terpstra y Lampaerts, pero también Naesen, Vandenbergh o Sep Vanmarcke.