Movistar femenino, la punta de un costoso iceberg

Casi dos décadas han pasado ya desde que, al calor de los cinco Tours de Miguel Indurain, una ciclista de Gernika lograba ganar por primera vez en la historia para España el Giro de Italia femenino. Joane Somarriba se adjudicaba la Maglia Rosa en 1999. Caería otra más al año siguiente, cuando hizo doblete con la Grande Boucle, el nombre que se le daba por entonces al Tour de Francia femenino. Luego vendrían dos más.

Eran años en los que una salmantina llamada Dori Ruano peleaba en las cronos contra las mejores del mundo. Dos medallas en pista –oro y plata en puntuación- y una en el Mundial CRI de carretera –bronce- junto a la andadura de Somarriba atrajeron muchas miradas hacia el ciclismo femenino.

Hoy, casi 20 años después de aquello y con el deporte de féminas mucho más profesionalizado en Europa –mucho más que en España, también-, toma fuerza la idea de que Movistar Team prepara una estructura de féminas que acompañe a la que tiene actualmente en el World Tour. De confirmarse para 2018–los planes están ahí, como informó Zikloland en la noche del martes.

Entre estos hitos han pasado unos años de enorme crisis en los que cada uno ha hecho literalmente lo que ha podido. Realmente, el peso del ciclismo femenino de competición ha recaído en dos equipos de forma fundamental, ambos de ellos vascos: el Bizkaia-Durango que dirige Agurtzane Elorriaga y el Lointek Team de Emilio Ramos y con Ruano en la dirección -también el ahora desaparecido Debabarrena-. Los primeros, fundados en 2003 y donde Somarriba llegó a pasar sus últimos años como ciclista profesional. Los segundos, llegados en 2009, cesan su patrocinio y llega «una nueva marca». Entre ellos han ido rivalizando, compitiendo… y formando talento español pese a que las condiciones no eran como en Europa.

Ya en las últimas temporadas, ambos equipos han tenido un calendario con numerosas citas internacionales en Francia o Bélgica. Lointek ha estado en el Tour de Flandes y Bizkaia, por ejemplo, en el Giro. Mavi García, Lierni Lekuona o Lourdes Oyarbide (Bizkaia-Durango) se empiezan a enfrentar ya de tú a tú con las europeas y van creciendo. Lo mismo hacen desde el otro lado Eider Merino –cuarta en la Emakumeen Bira-, Alba Teruel, Alicia González y la ya más veterana Belén López. Una nueva generación, muchas de ellas por debajo de los 25 años, que empieza a estar lista para dar alegrías. Sólo falta que puedan competir en todo el calendario WWT para seguirse curtiendo.

El Lointek Team, durante una prueba. Foto: Lointek Team

Ahora, en el nuevo proyecto del Movistar Team tendrán cabida las mejores corredoras tanto del Bizkaia-Durango como del Lointek, en principio entre tres y cuatro de cada equipo, según puede confirmar Zikloland. Como las ciclistas españolas no tienen puntos suficientes para entrar en el Women WorldTour, tendrán que recurrir a ciclistas extranjeras, pues el plan es pasar a la máxima categoría de forma directa. Por ránking y sin tener que depender de invitaciones. El anuncio oficial llegará tras la Vuelta a España.

Este año, tanto la riojana Sheyla Gutiérrez (Cylance)–surgida del Lointek- como Ane Santesteban (Alé) –formada en el Bizkaia y el Debabarrena- han elevado el ciclismo femenino español a cotas donde llevaba décadas sin estar. Disputando varias de las grandes clásicas, ganando una etapa en el Giro de Italia y una prueba de un día como Le Samyn Dames, y campeona de España, Sheyla se está haciendo un nombre en el pelotón internacional. Y apenas tiene 23 años.

Santesteban, por su parte, ha arrastrado las secuelas de un accidente sufrido el pasado mes de marzo. Aun así, ha logrado muy buenos puestos en varias carreras –cuarta en Morbihan, por ejemplo- mientras que Anna Sanchis (Wiggle) se ha centrado este año en su maternidad, por lo que no ha competido.

Foto: Bizkaia-Durango

También es buena la dinámica desde el punto de vista del calendario y la base. Estructuras como CAF Turnkey Engineering, Sopela-Ugeraga o el Río Miera-Cantabria Deporte, equipo élite y sub23 del CC Meruelo, van sacando talento poco a poco y hacen un encomiable trabajo de base. De hecho, dada la importante escena de ciclismo femenino que se ha congregado en el País Vasco, existe un proyecto para unificarlo bajo el paraguas del Euskadi-Murias, que crecerá a Profesional Continental y quiere completar su estructura con un equipo de féminas.

El calendario, raquítico hasta hace unos años, también aumenta. La Copa de España tiene ya nueve pruebas, y de hecho en 2017 ha habido carreras que se han tenido que quedar fuera porque la Federación limita el número de hitos puntuables a nueve. También en este 2017 ha nacido la Setmana Valenciana (2.2) en marzo o la Volta Ciclista València Féminas en julio. Para 2018, la Emakumeen Bira formará parte del WWT, después de años de luchar Agustín Ruiz Larringan porque sea reconocida su prestigiosa historia, calendario del que sí forma parte la Madrid Challenge by La Vuelta.

Definitivamente, lo único que le falta ya al ciclismo femenino español es esa estructura de referencia capaz de culminar un trabajo de crecimiento desarrollado, con los escasos medios disponibles, por amantes de este deporte que no se resignaron a verlo morir. Movistar Team será la punta de lanza, pero para llegar a eso ha hecho falta mucho trabajo detrás.

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