Anna Kiesenhofer, destape austriaco: “Soy una auténtica novata”

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Ganadora de la Copa de España. Foto: Facebook

Recién llegada a un ciclismo en el que profundizó tras instalarse en Catalunya, y en el año de su debut en la alta competición, la austriaca Anna Kiesenhofer (1991) se ha convertido en la primera extranjera en ganar la Copa de España. (Reportaje original publicado en Zikloland el 13 de marzo de 2017).

Tokio: Anna Kiesenhofer, una sorpresa de oro

La de 2016 no ha resultado una temporada cualquiera para Kiesenhofer. La austriaca se aferró a su regularidad para adjudicarse la general final de la Copa de España Femenina sin llegar a vencer en ninguna de sus nueve pruebas, aunque concluyó segunda en dos de sus citas. Una auténtica explosión con golpe sobre la mesa.

“Bueno, sí, pero soy una auténtica novata”, manifiesta con su tono alegre lleno de vida la propia interesada a ZikloLand.  Siendo la primera foránea que triunfa en esta competición desde su creación en 1997, pionera por tanto en esa condición, sin embargo, realmente tiene muy poco de foránea. Al menos ciclísticamente.

La corredora este curso del Frigoríficos Costa Brava – Naturalium gerundense se ha forjado en las carreteras catalanas. Rutas que adora y que incluso, tratándose de una oriunda de uno de los países más evocadores al pensar en el cicloturismo y las montañas, ese Glaciar de Sölden, ese Kitzbühel , ese Grossglockner, la empujan a romper algunos mitos con mucha simpatía. “Uno piensa en Austria y en su cabeza evoca montañas, lagos… ¡pero mi zona natal es todo lo contrario! Es una zona cercana a Viena, es llana, y para la bici es bastante aburrida. Me gusta muchísimo mi zona de entrenamientos, que tiene costa, montaña… Todo al ladito. ¡Es sencillamente genial!”.

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La austriaca dio la sorpresa y se llevó la Copa de España. Foto: RFEC

Kiesenhofer se ha forjado como corredora en un plazo relativamente corto de tiempo. De hecho, este 2016 ha supuesto su descubrimiento serio de la alta competición. “Este año ha sido un año de mucho aprendizaje. ¡Demasiado aprendizaje! “, sonríe; “allá por enero no sabía ni qué era eso de la Copa de España. Y lo de ir en pelotón, el verme entre más gente, mucho menos. En la primera carrera lo pasé fatal. No sabía cómo moverme dentro del grupo e incluso hubo momentos en los que pensé en abandonar. Sí, más de uno. Pero aguanté. Al final, qué cosas, acabé segunda”.

Y añade: “Soy competitiva, pero estoy más acostumbrada a deportes individuales, como es el duatlón. Y eso es precisamente lo que más me cuesta todavía dentro del ciclismo: el trabajo en equipo. Porque el ciclismo tiene muchísimo de equipo. Es un deporte de equipo con un punto individual”.

Ese triunfo en la Copa de España, esa regularidad desplegada, y también su éxito en el Mont Ventoux durante el prestigioso Tour d´Ardeche galo, esa chispa –puedes conocer sus inquietudes en su blog “Arriba!”, le han valido a la residente en Arenys del Mar para despertar más de un interés en otras formaciones. Atención. Ojeadores. El nivel WorldTour está a la vuelta de la esquina para ella. O puede estarlo.

“El año que viene me gustaría poder correr fuera para buscar puntos UCI”, aporta admitiendo esa más que plausible posibilidad. Kiesenhofer, a la hora de destacar sus cualidades como corredora, aporta: “Me gustan los esfuerzos constantes. No soy explosiva, por lo que el sprint no se me da muy bien. Llanear y subir me gusta más. Digamos que salvo el sprint, hago de todo más o menos bien; pero nada muy muy bien. En la crono me defiendo, también. Y eso para las generales siempre va bien, ese es un perfil completo”.

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Vencedora en la cima del Mont Ventoux en el Tour Ardèche. Foto: Facebook

La ganadora de la Copa de España se estableció en España con motivo de sus estudios y con esa mudanza comenzó paralelamente su llegada al mundo del ciclismo. “Estaba cursando un Máster en Inglaterra, en Cambridge, pero me cansé del tiempo. ¡Llovía demasiado! Me surgió la posibilidad de venir a la Universidad de Barcelona y no me lo pensé mucho más; me gustaba esa opción. De esto hace como cuatro años. Y fue ahí, más o menos, cuando empecé con la bicicleta. Antes, competía en duatlones y triatlones, sobre todo duatlones. Pero me lesioné corriendo y empecé a hacer más bicicleta. De ahí, a las marchas… Tenía un buen nivel. Poco a poco me empecé a meter en carreras, con chicos, y luego me hice en Francia en 2015 una carrera donde fui bien. Este año ya ha sido todo del tirón”.

Un tirón que ha compaginado con sus estudios; porque Kiesenhofer prepara un doctorado en Matemáticas, tras el que le gustaría dedicarse a la investigación vinculada a la universidad. La austriaca, tal es su intención, no quiere dejar muchos flecos en el campo académico para poder centrarse más en el deportivo.

Más allá de los nuevos retos que le traiga la temporada 2017, se proyecta hacia los campeonatos del mundo que organizará Innsbruck. “Sí, si hubiera que tener un sueño de futuro ahora mismo diría que los Mundiales de 2018. Al ser en mi país, me gustaría poder hacerlo muy bien”.

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