Si los años 2020 y, sobre todo, 2021 se han convertido en una pesadilla para las redes logísticas, 2022 no parece haber comenzado de forma mucho más positiva sino más bien al contrario. Según detalla Elecosistema, la compañía danesa Maersk ha reconocido que el año ha comenzado con colapso en las redes de suministros de las que depende el comercio mundial.
«La pandemia continúa fuerte y hay nuevos brotes que están impactando directamente en nuestra capacidad para mover mercancía. Pedimos a los clientes que permanezcan con nosotros mientras manejamos la situación lo mejor que podemos», ha comunicado Maersk. Es decir, vuelven a recetar la misma medicina: paciencia.
El problema está centrado en los puertos. Las navieras están evitando el puerto de Nignbo tras diversos brotes de Covid-19 y optando tanto por el puerto de Shangai o Xiamen. Los brotes originados por Omicron y la política agresiva del gobierno de China sumado al año nuevo chino han bloqueado el funcionamiento habitual en los puertos. El tiempo de espera en el puerto de Los Angeles, por ejemplo, ha vuelto a dispararse y se coloca ya entre 38 y 45 días.
A pesar de esta situación de bloque del comercio, empresas como Maersk no pueden llorar por su rendimiento económico. En 2021 logró una facturación trimestral casi un 70% superior al ejercicio anterior y viene de firmar el mejor trimestre de la historia.