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Vuelta a España: La ventaja de ser la última

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Foto: Photo Gómez Sport

Después de repasar la encrucijada del Giro de Italia y la operación por salvar el Tour de Francia, llega el análisis de la situación que vive la tercera en discordia: la Vuelta a España. La gran ventaja de la carrera de Unipublic parte del propio calendario: es la última de todas ellas, del 14 de agosto al 6 de septiembre, y, por tanto, la que juega con más tiempo en la lucha contra el coronavirus.

Algunos ciclistas, el primero fue el asturiano Iván García Cortina, han especulado con la opción de que Giro, Tour y Vuelta puedan fusionarse en una única gran vuelta con una semana en cada país: Italia, Francia y España. El proyecto es tan bonito como utópico puesto que choca con una realidad muy grande: el negocio.

El Giro de Italia es propiedad de RCS, una empresa italiana. El Tour de Francia, en cambio, es gestionado por ASO mientras que la Vuelta a España está en manos de Unipublic, empresa vinculada accionarialmente a ASO, por lo que Tour y Vuelta comparten accionistas.

Foto: Photo Gomez Sport

Partiendo de la premisa de que las tres carreras no son propiedad de la misma empresa, hay otro punto básico: la Vuelta tiene contratos firmados con Ayuntamientos, Diputaciones y patrocinadores para la edición de 2020 (ver el recorrido). No es fácil -ni lógico- renunciar a gran parte de ellos, limitar la celebración de la prueba a una única semana y, por tanto, acabar perdiendo la mayor parte del negocio de la temporada para ayudar a la competencia.

ASO va a sufrir recortes económicos por los aplazamientos y suspensiones de muchos de sus eventos deportivos, así como los problemas de un buen puñado de patrocinadores para cumplir con los contratos firmados. Lo que está claro es que en ese contexto complicado desde el punto de vista financiero, no va a renunciar a ni un solo día de la Vuelta a España, una prueba que tiene en el calendario su principal aliado. Pero no es un problema únicamente de la carrera española.

El recorrido de la Vuelta a España 2020:

La Unión Ciclista Internacional (UCI) ha anunciado que dará prioridad a los cinco Monumentos (Milán-San Remo, París-Roubaix, Tour de Flandes y Lieja-Bastoña-Lieja son los aplazados hasta el momento) y a las vueltas de tres semanas (Giro de Italia es la aplazada hasta el momento) a la hora de recolocarlas en el calendario. Pero tendrá que buscar soluciones de consenso con todas las pruebas que tienen su fecha en el calendario durante los próximos meses y que difícilmente van a hacerse a un lado para ofrecer su espacio a otra carrera. En ese sentido no hay que olvidar, por ejemplo, que Italia cuenta con muchas clásicas en septiembre-octubre, lo que sin duda alguna también será una dificultad para la celebración del Giro de Italia en otoño, que parecía una de las opciones más probables.

La normativa tradicional de la UCI otorga todas las prioridades del mundo a las fechas reservadas por cada organizador. Es decir, si una carrera no puede celebrarse en su momento, debe buscar acomodo pero sin perjudicar a los que han optado por otra fecha. Por eso todas las pruebas aplazadas van a tener que ir siendo recolocadas, pero la UCI no tiene argumentos legales para perjudicar a las que están instaladas históricamente en esos meses.

Lo mejor de la Vuelta a España 2019:

El mejor ejemplo es la Vuelta a España, una carrera que en ocasiones se ha visto perjudicada en su participación por ser la última del calendario, como en 2019, cuando muchos vueltómanos no quisieron venir, y que también puede verse beneficiada por la falta de competición que acumulan muchos de los grandes líderes del pelotón mundial -por ejemplo, Primoz Roglic, Tom Dumoulin y Steven Kruijswijk no han debutado aún-. El año 2020 parece que será un ejemplo del beneficio de ser la última de las grandes.

En declaraciones a la Agencia EFE, Javier Guillén ha explicado: «Estoy preocupado por todo lo que está pasando, pero antes que nada desde el punto de vista humano. Es una situación excepcional, insólita, sin antecedentes. A partir de ahí trato de cumplir las medidas establecidas, que son necesarias, utilizo el trabajo como terapia. Es una circunstancia nueva, pero todo el equipo de la Vuelta está trabajando con ilusión y con la idea de que la Vuelta se va a disputar». Lo cierto es que ser una prueba que se corre a mediados de agosto es el mejor aval posible para la Vuelta ante una crisis que requiere de tiempo para que consiga frenar el número de personas afectadas por el coronavirus.

El recorrido de la Vuelta a España 2020:

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