La Selección española ya tiene a sus seis integrantes para la gran carrera de formación de la temporada: el Tour del Porvenir. Como sucede con el Giro sub23, que se disputa por equipos, estamos ante una especie de Tour de Francia para corredores que en unos años rivalizarán por ganar el de verdad.
Y lo cierto es que el combinado español presenta un ‘seis’ de mucha valía, bastante equilibrado entre ‘novatos’ y gente ya algo más experimentada -sin olvidar que son sub23- y con capacidad para pasar bien todos los terrenos. No hay ningún velocista puro, pero tampoco nuestro país tiene una gran tradición de ellos. A cambio, hay ciclistas con muy buena punta de velocidad para grupos pequeños y otros que pueden pasar muy bien la montaña. Y que darán mucha guerra en cualquier emboscada.
Por irnos al primer caso, David González (Caja Rural-RGA) es un ciclista muy rápido, como demuestran sus cuatro victorias de este año en jornadas más o menos llanas. Pero su principal virtud es que puede conservar su punta de velocidad después de trazados más duros, y para muestra el pasado Memorial Momparler. Es cierto que frente a sprinters más ‘ortodoxos’ lo va a tener complicado. Pero si hay cortes tiene el instinto para estar y la capacidad para disputar.
Foto: Fundación Contador
Los dos integrantes de la Fundación Euskadi, Gotzon Martín e Ibai Azurmendi, ponen de su parte ese espíritu combativo y la capacidad para rodar bien en prácticamente todos los terrenos. No son ‘trepadores’ puros, pero sí muy aptos para la media montaña y pueden pasar la alta. Gotzon, además, es capaz de meterse en algunas llegadas, de ahí por ejemplo su 11º puesto en Castrojeriz, en la pasada Vuelta a Burgos. Azurmendi, por su parte, ya mostró su capacidad en el GP Priessnitz donde terminó en el Top20 de la general en una prueba de Copa de las Naciones. La que le dio a España el ranking para acudir al Tour del Porvenir.
Y el más escalador de todos, el andaluz Juan Pedro López, que a lo largo de esta temporada ha visto materializado su paso al Polartec-Kometa continental. Ganó Bidasoa en primavera y, tras un Giro sub23 que no se le dio como le hubiese gustado, sí ha estado en el Top10 del Valle de Aosta, otra de las grandes pruebas para los corredores de formación.
Barceló y Bizkarra, durante la Itzulia 2018. Foto: Photo Gomez Sport
Jaime Castrillo (Movistar Team) y Fernando Barceló (Euskadi-Murias) son los que están más hechos de entre los seis. El primero de ellos comparte equipo con varios de los mejores ciclistas del mundo, aunque no ha competido en demasiadas pruebas WorldTour al ser su primer año. El Tour Down Under en enero y poco más. Aunque Burgos, como si lo fuera. Castrillo, además, puede aportar mucho en esa crono por equipos de Orleans, que en 20 kilómetros puede crear diferencias.
Mientras tanto Barceló, flamante medallista europeo en ruta sub23, es otro que para la media montaña es un valor seguro, además de poder rodar más que bien e incluso es capaz de rematar con grupos más pequeños. Quizás no sea el mejor del pelotón que se dará cita en la ronda francesa en ningún terreno, pero es uno de los más polivalentes de todos los participantes. En la Volta a Portugal estuvo en fuga más de la mitad de los días.
Jaime Castrillo baja al coche de Movistar a por avituallamiento líquido. Foto: Movistar Team
En definitiva, una selección combativa y con bazas en todos los terrenos. Que quizás no esté en la primera línea de la quiniela de favoritos pero tiene capacidad para ser muy protagonista. Por supuesto, hay ausencias. La más llamativa, la de Xuban Errazkin, que además fue quien dio los puntos en el G.P. Priessnitz. Cierto que la Volta a Portugal se le hizo larga también. También se cayeron de la preselección Elosegui y el joven Carlos García Pierna. Igualmente otros que no están pero sí han sido convocados en otras ocasiones son Cristian Mota y Arozamena, del Aldro Team. Pero sólo pueden ir seis y los que van son merecedores de toda confianza.