Y después de diez días la organización del Tour de Francia dijo: hágase la montaña. Y la montaña aparece, por fin, en el recorrido de la ronda por etapas más importante del mundo después de nueve etapas previas de nervios, caídas, tensión y ataques explosivos en pequeños repechos. Todo eso es pasado. Llega el turno de los puertos. Eso sí, aún no es tiempo de colosos.
La 10ª etapa del Tour de Francia de 2025 llevará a los corredores desde Ennezat hasta Le Mont-Dore (Super Sancy). En total, son 165 kilómetros y un total de ocho puertos puntuables que nos llevarán durante muchos kilómetros a superar los 1.000 metros de desnivel e incluso los 1.600. Es decir, vamos a ver montaña de verdad… pero no los grandes colosos.
La carrera obligará a los ciclistas a superar siete puertos de 2ª categoría. Además, los ciclistas también tienen un pequeño puerto de 3ª en el camino. Y otras muchas subidas que no han sido catalogadas por la organización como alto digno de consideración en el libro oficial de ruta, pero que sí dejan secuelas en las piernas.
El arranque ya es en subida, por lo que facilitará la búsqueda de la escapada por parte de los escaladores. A partir de esa Cote de Loubeyrat, con 4,2 kilómetros al 6,1% de pendiente media, comenzaremos un terreno de constante subir y bajar (con más subidas que bajadas) y que en la parte final acumula gran parte de la dureza, con la subida al Col de La Croix Robert, con 5,1 kilómetros al 6,3%, y con Le Mont-Dore, donde está instalada la línea de meta, con 3,3 kilómetros al 7,7%.
La etapa es perfecta para que los valientes busquen la escapada y consigan rematarla con éxito, pero habrá que ver si la táctica agresiva de Visma no acaba por arruinar los intentos de los cazaetapas. Esa será la clave del día: la voluntad de Visma y de UAE de dejar hacer o de seguir dominando el pelotón con puño de hierro.
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