La posición de dominio que ejerce el Tour de Francia en el ciclismo actual no admite discusión alguna. Por eso precisamente han sorprendido las presiones ejercidas por Mathieu Van der Poel a la organización de la carrera más improtante del planeta Tierra.
Mathieu Van der Poel es un fenómeno del ciclismo. Su dominio apabullante en el mountain bike, el ciclocross y las clásicas en la especialidad de carretera es algo que jamás ha existido en la historia del ciclismo. Pero las habilidades negociadoras con ASO no han brillado al mismo nivel y en París ahora mismo no existe ningún deseo de respaldar al corredor, sobre todo, por las formas mostradas durante este año 2020.
El joven neerlandés comentó en reiteradas ocasiones que el Tour de Francia no estaba entre sus objetivos de 2020 y que centraría su mente en los Juegos Olímpicos de mountain bike. Pero con la desaparición de los Juegos por culpa del coronavirus, Van der Poel incluyó nuevos argumentos: «Philip Roodhooft, gerente del equipo, ha estado en contacto con ASO. Quiero correr el Tour. Realmente no pienso en otra grande, estoy centrado en El Tour y en las clásicas».
Alpecin-Fenix training camp:
Ese tipo de declaración nunca es bien recibido por los organizadores, puesto que supone una presión añadida al proceso de selección. Pero en este caso se daba la circunstancia añadida de que ASO ya había elegido a los equipos invitados a la carrera, por lo que esa invitación era técnicamente imposible. Mathieu Van der Poel era consciente de ello y no lo veía como un inconveniente. Al revés, pensaba que iba a ser incluido si se ampliaba la lista de invitados y se daba ya como fijo, otro detalle que nunca gusta a una organización: «Mi planificación para finales de 2020 aún no está definida. Va a depender de si el Tour de Francia permite la participación de dos equipos adicionales. Si eso sucede, estaremos allí seguro«.
Esas frases sorprendieron y disgustaron al Tour de Francia y también al resto de equipos candidatos a una posible invitación al Tour de Francia. Pero lo cierto es que ese debate nunca ha estado abierto. Los organizadores y, sobre todo, el Tour nunca han querido tener más de 22 equipos. Y tampoco lo ha deseado la Unión Ciclista Internacional. El máximo responsable del Tour, Christian Prudhomme, ha querido zanjar el debate y ha confirmado que jamás ha habido opción alguna de invitar al equipo de Mathieu van der Poel.
La Amstel Gold Race 2019:
Es más, Prudhomme no sólo cierra la posibilidad a día de hoy sino que da un portazo a todo lo que pueda suceder en 2020. En otras palabras, si equipos WorldTour desaparecen, ASO no invitará a nadie. Prudhomme aprovecha la oportunidad para recordar cuál fue su mensaje privado al equipo de Van der Poel. «El manager de Mathieu van der Poel me llamó, pero incluso si un equipo invitado no pudiese participar, no invitaríamos a otro equipo».