La cuarta etapa del Tour de Francia de 2025 volverá a exigir a los hombres de la general que se impliquen de forma personal. La pelea por la victoria también incluirá a importantes clasicómanos. Los que tienen menos opciones para la alegría son los velocistas más puros.
El Tour de Francia ofrece en su cuarta jornada una etapa de 174 kilómetros. Con salida en Amiens Métropole y meta en Rouen, los corredores deberán superar hasta cinco puertos puntuables, todos ellos concentrados en los cincuenta kilómetros finales.
Si analizamos los últimos 30 kilómetros, veremos cuatro subidas puntuables: Cote de Belbeuf (3ª, con 1,3 kms. al 9,2%), Cote de Consecours (4ª, 900 metros al 7%), Cote de la Grand’Mare (4ª 1,8 kms. al 4,8%) y, finalmente, la más importante de todas, una subida situada a apenas cinco kilómetros de la línea de meta.
Esa última ascensión se llama Saint-Hilaire y obligará a los ciclistas a superar 800 metros al 9,1% de pendiente media. Por tanto, será obligatoria la colocación perfecta en el comienzo de la primera de las cuatro ascensiones y serán muchos los corredores que pierdan toda su energía intentando colocarse más que en la propia ascensión. Y ese es un detalle que muchos aficionados no acaban de asimilar. En días como hoy hay más desgaste y más sufrimiento para la colocación que para la ascensión de las subidas puntuables.
¿Favoritos? Hay dos por encima del resto: Mathieu van der Poel y Tadej Pogacar, aunque también estamos viendo a un Jonas Vingegaard muy agresivo. Eso sí, el de Visma-Lease a Bike parece que en jornadas así tiene más que perder que ganar. Pensando en el triunfo parcial tampoco podemos olvidar a Remco Evenepoel y a un Julian Alaphilippe que parece empezar a ir bien.
FOTO: PROCYCLINGSTATS.COM