Primoz Roglic es el patrón de esta Itzulia. Lo demostró aguantando bien a Alaphilippe en el mejor terreno del francés y lo ha refrendado ahora ganando con autoridad la contrarreloj de Lodosa. Ahora viste de amarillo y tiene más de medio minuto de renta sobre el galo del Quick Step, pero es que el tercer clasificado, Bauke Mollema, le queda a 1’33».
El esloveno ha hecho referencia a la «presión extra» que suponía la crono para él: «Sabía que todos los ojos estaban puestos en mí como candidato a la general y como especialista contra el crono», ha dicho. Roglic se ha confesado «muy feliz, por supuesto» por la victoria en una etapa donde el viento ha sido protagonista.
Ahora es el nuevo líder, pero no quiere confiarse: «No debemos adelantarnos. Al principio de la carrera dije que quería ir día a día y esto es lo que pretendo hacer», ha explicado. De momento las distancias son amplias y su estado de forma es óptimo, pero hasta que no se cruce la última meta esto no ha terminado.
«No va a ser fácil», advierte Roglic antes de concluir que está «esperando con ganas» las últimas etapas de esta Itzulia. Por el momento todo va como debe y ya está al frente.