Max Richeze (1983) no desaprovechó la oportunidad y alzó los brazos en Difunta Correa, final de la sexta etapa de la Vuelta a San Juan (2.1, Argentina) al culminar con éxito una fuga y conseguir el cuarto triunfo para su equipo.
Richeze batió a Troia (UAE Abu Dhabi) y Tivani (Unieuro), en una jornada marcada por el elevado calor, más de 40 grados, y que llevó a recortar el recorrido en 17 kilómetros.
“Esta mañana –explicaba el ganador tras ganar-, en la reunión del equipo, decidimos apostar por una llegada masiva, pero Brama (Davide Bramati) me dijo que si la escapada era de más de ocho corredores, entonces tenía que coger la fuga para dar al equipo un día fácil después de una dura semana. Fue una etapa difícil y terrible debido al calor, y llegué a la meta en Pocito completamente agotado, pero con una gran sonrisa en mi cara”.
El Quick Step alcanzó así la cuarta victoria sobre seis posibles, tras ganar Gaviria dos etapas y Tom Boonen una. “Ganar aquí me supone una gran alegría, un año después de vestir el maillot del líder en el Tour de San Luis. Me encanta la confianza del equipo y estoy muy agradecido por creer en mí. Mi trabajo era trabajar para Fernando (Gaviria) y Tom (Boonen), y tener esta oportunidad realmente significó mucho para mí”, destacó.
What a great picture! The Richeze brothers after the finish of @vueltasanjuanok stage 6! pic.twitter.com/eXacqCnxlS
— Quick-Step Cycling (@quickstepteam) 28 de enero de 2017
El veterano ciclista argentino compartió el triunfo con su familia: “Es un gran día no sólo porque fue la etapa de la Difunta Correa, que es muy importante para el pueblo argentino, sino también porque mis hermanos (Mauro y Adrián) están aquí en la carrera y mi madre y mi padre llegaron a la meta. Así que compartir esta victoria con ellos es algo muy especial”.