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Movistar Team, más escaladores y menos contrarrelojistas en 2018

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La temporada 2017 fue terriblemente bipolar para el equipo Movistar Team. Comenzaron el año arrasando en el calendario profesional y WorldTour y acumularon triunfos en vueltas como Tirreno-Adriático, Volta a Catalunya o País Vasco y en clásicas como Flecha Valona o Lieja-Bastoña-Lieja. Todo parecía a pedir de boca hasta que llegó el verano… y el equipo se cayó por completo. Ahora llega el año de la renovación y un cambio de contrarrelojistas por escaladores.

La segunda parte de 2017 no estuvo a las alturas de la plantilla. Nairo Quintana estaba agotado y Alejandro Valverde tuvo que permanecer durante muchos meses en la enfermería. Los resultados se resintieron por la falta de esos líderes que acaparan casi todas las oportunidades. La segunda unidad no estuvo, en este caso, a la altura del reto. Sólo hubo dos victorias desde el triunfo de Jesús Herrada en el campeonato de España, ambas con Carlos Barbero como protagonista, pero lejos del WorldTour.

El gestor del grupo, Eusebio Unzue, detectó las carencias de la plantilla de 2017 y apostó por incrementar todavía más el número de líderes al incorporar a Mikel Landa, la gran novedad para 2018. Y también, de forma más o menos premeditada, acabó apostando por más escaladores y menos contrarrelojistas.

Pero empecemos por el capítulo de bajas. Movistar pierde ocho corredores, alguno de ellos fundamental en los esquemas del equipo. Jonathan Castroviejo, por ejemplo, era uno de los mejores gregarios de los grandes líderes y un excelente contrarrelojista. También se marcha Alex Dowsett y deja la bici Adriano Malori. El equipo, por tanto, baja enteros en la lucha individual contra el reloj.

Las bajas de Jesús y José Herrada seguro que se dejan sentir, al igual que la marcha de Gorka Izagirre, quien se reúne con su hermano Jon en Bahrein. El apartado de bajas es superior en cantidad y calidad a lo que suele ser tradicional en los esquemas de Eusebio Unzue, un hombre al que le gusta el modelo de «cambio tranquilo». Este año le ha tocado transformar sus planes y apostar por una revolución absoluta. Y no ha defraudado.

Landa ya vistió los colores del Movistar Team en la presentación.

En el apartado de altas hay que empezar señalando a Mikel Landa, un aspirante a cualquier victoria en carreras de una semana, pero sobre todo un aspirante real al podio en las competiciones de tres semanas, incluido el Tour de Francia. Landa se sumará un Nairo Quintana al que se le ha dado un merecido descanso y a un Alejandro Valverde que regresa de una larga lesión, pero que no suele decepcionar. El problema principal, como siempre se suele destacar, será el de convivencia entre el trío. Pero el verdadero problema para un equipo no es nunca tener demasiados jefes de filas. El auténtico drama es afrontar una parte completa de la temporada sin referencias. Eso fue lo que ocurrió en 2017 y es lo que en Movistar no quieren que vuelva a suceder.

Los fichajes también incluyen a un argentino -territorio fuerte para la marca- de indiscutible calidad como Eduardo Sepúlveda, a un joven escalador como Jaime Castrillo (procedente de Lizarte), a otro joven escalador ya con victorias en profesionales como Jaime Rosón (ex de Caja Rural) y a Rafa Valls, quien tras dos años de caídas y lesiones en Lotto-Soudal puede acabar siendo la pieza clave en el engranaje de Movistar por su calidad en la alta montaña, pero también por su generosidad a la hora de trabajar en favor de los líderes del equipo.

El equipo, por tanto, arranca la temporada con tres ciclistas menos que en 2017 y con la intención de concentrar todas sus energías en un Tour de Francia que ven más cerca que nunca. Los líos en el seno de Sky no parecen desde luego el mejor modo de trabajar para la carrera de julio, un reto que es el sueño eterno de un Eusebio Unzue que lo ha ganado prácticamente con todos sus sponsors. Ese será el gran reto para Movistar 2018, el asalto a la gran ronda francesa. Y el ejército diseñado para esta campaña se olvida de las manecillas del reloj para pensar sobre todo en las grandes montañas.

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