La 20ª etapa de la Vuelta a España es la última gran oportunidad para buscar una victoria de etapa en una jornada de montaña y, al mismo tiempo, para intentar mejorar la clasificación en la general. Con salida en Moralzarzal y meta en el Puerto de Navacerrada, no habrá ninguna duda: el terreno es suficiente.
La etapa arranca a las 12.45 horas y lo hace con la subida a Navacerrada: 10,3 kilómetros al 6,8% de pendiente media. Por tanto, hablamos de terreno más que suficiente para que los escaladores puedan filtrarse en la escapada del día. Luego, llegará el único tramo llano de la etapa, terreno para que esa fuga intente ganar tiempo antes de llegar a la zona más exigente.
Desde la mitad de la etapa, el pelotón deberá encadenar hasta cuatro subidas puntuables: Navafría (2ª) y Canencia (2ª), con 7,5 kilómetros al 4,9% de pendiente media. Y a partir de ahí, el mejor encadenado: Morcuera (1ª), 9,4 kilómetros al 6,9% de pendiente media y Cotos (1ª), con 10,3 kilómetros al 6,9% de pendiente media. Y todo ello sin olvidar el tramo final llano hacia Navacerrada, un terreno peligroso donde se puede multiplicar la pérdida de tiempo en la cima si por delante se marcha un grupito y, por detrás, queda aislado un corredor.