El empresario Oleg Tinkov sigue inmerso en una auténtica pesadilla desde que abandonó el patrocinio de su famoso equipo ciclista. Los negocios y la propia salud están yendo de mal en peor y la última noticia vuelve a ponerle al borde de la bancarrota: Reino Unido ha decidido incluirle en la lista de sancionados.
Tinkov vivió el primero de sus grandes problemas con la sanción económica que le fue impuesta por las autoridades fiscales de Estados Unidos. El empresario ruso intentó esquivarla hasta que Estados Unidos dio un golpe encima de la mesa: pagaba una fuerte multa o iba a la cárcel. Tinkov optó por olvidarse de su táctica del gato y el ratón y pasó por caja.
Pero ahí no se acabaron los dolores de cabeza. Una leucemia le obligó a visitar de forma constante el hospital y someterse a duros tratamientos de quimioterapia. Además, la guerra de Ucrania ha supuesto que todos los empresarios rusos sean puestos bajo la lupa de la investigación del resto de países del mundo. El problema para Tinkov es que su banco, especializado en tarjetas de crédito, ha caído en picado en su cotización bursátil. Si en agosto había noticias en las que alardeaban de que serían el segundo banco más grande de Rusia y habían superado la barrera de los 20.000 millones de dólares, ahora todo el banco apenas vale poco más de 500 millones.
El propio Tinkov ha intentando ser muy duro públicamente contra la invasión rusa de Ucrania en redes sociales. E insistía en que no es ningún oligarca ni apoyo el ataque militar de Putin. De nada le ha servido. El gobierno del Reino Unido ha decidido congelar los activos en el país de una buen número de empresarios rusos. Entre ellos se encuentra Oleg Tinkov, quien tendrá problemas para viajar al Reino Unido y sobre todo para intentar convertir en dinero cualquier activo o propiedad que tenga en el país. Todo ha quedado congelado… hasta nueva orden.