Jonas Vingegaard ya ha empatado con Tadej Pogacar en el duelo que ambos mantienen en el Tour de Francia. Si el esloveno ganó en 2020 y 2021, el danés se ha llevado las ediciones de 2022 y 2023. Remonta y empata y también empieza a generar dudas en el seno de UAE Team Emirates.
Tadej Pogacar parecía el hombre predestinado a batir todos los récords. Ganó con mucha autoridad en 2020 pero sobre todo lo hizo en 2021. Sin embargo, Jumbo-Visma ha sabido cocinar a fuego lento a un corredor que no tiene el mismo carisma pero que se está consolidando como el mejor del mundo en carreras de tres semanas: Jonas Vingegaard.
Es cierto que Tadej Pogacar se ha sabido ganar el corazón de los aficionados con sus actuaciones en las clásicas y con un espíritu guerrero que es muy del gusto de los fans del ciclismo, seguidores que no pagan con dinero pero que invierten muchas horas de su vida delante de un televisor precisamente para ver el espectáculo que suele ofrecer el de UAE. En su caso, el Tour de 2023 vino marcado por una lesión en la mano. Se puso en forma muy rápido. Tuvo que entrenar mucho en muy poco tiempo. Todo eso le permitió empezar en Bilbao con buen pie, pero la base no era firme y en los últimos días se vino abajo.
La respuesta preparada por Jumbo-Visma para que Jonas Vingegaard no sólo sume victorias a su palmarés sino también conquiste más el corazón del aficionado es enviar al danés a la Vuelta a España de 2023. Ese paso no es pequeño. Es un gesto importante y busca cerrar el círculo: el equipo neerlandés ha ganado el Giro y el Tour y buscan en la Vuelta un triplete histórico. En el caso de Vingegaard, una victoria en la Vuelta sí que le serviría para consolidarse como el número 1 mundial en vueltas de tres semanas y para certificar que si bien Pogacar es más polivalente, él tiene pocos rivales en la acumulación prolongada de esfuerzos.
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