Ya sólo quedan dos oportunidades para los hombres rápidos, y el final en Lleida es una de ellas. Así que Jon Aberasturi confía en terminar la Vuelta disputando las llegadas, después de una primera mitad de la ronda española que no resultó como esperaba. Sus sensaciones van a mejor y ahora quiere mostrarse en los últimos días de la carrera.
Todo se le torció con una caída el día antes de la crono, que le obligó a recibir puntos de sutura en una rodilla. «Me he ido recuperando poco a poco, pero ya lo arrastras hasta el final y no podía entrar a disputar las llegadas. En los últimos días, que no eran etapas para mí, sí me he ido encontrando mejor. Quiero acabar bien para terminar con un sabor dulce«.
Un regusto un tanto amargo que se lleva repitiendo toda la temporada, pese a que su esfuerzo y compromiso están fuera de toda duda. Ganó una etapa en la Vuelta a Aragón y acumula ya un total de nueve podios: «No me gusta ponerme cifras, pero hubiese querido un par de victorias más. Al menos, queda claro que lo he trabajado y he sido regular», comenta el rápido ciclista vasco.
Aberasturi, celebrando el triunfo en la Vuelta a Aragón. Foto: PhotoGomezSport
Precisamente por eso quiere romper esa tendencia en la Vuelta. Sabe que es muy difícil estar con los Sagan o Trentin, pero se ve capaz de ponérselo difícil: «En un sprint entran muchos factores. Hay gente que gana una y luego su mejor puesto es un 12. Yo sé que si estoy bien puedo al menos disputarlos y eso es lo que busco, tanto en Lleida como en Madrid». De todos modos, esta regularidad en la temporada tiene algo positivo para él: «Venía de Asia donde parece que te regalan una victoria, se dice que no hay nivel… y he demostrado que estoy ahí, haya rematado más o menos, también en Europa», arguye Jon.
Aberasturi, que no tiene aún «nada cerrado» de cara al año que viene según sus propias palabras, quiere también correr algo más una vez acabe la ronda española: «El equipo tiene más calendario en Francia. No hemos hablado aún, pero sería una pena no aprovechar el punto que te deja una ‘grande’ para intentar lograr algo más. Sería bonito acabar la temporada ganando», comenta.
Además, se muestra «muy contento» por cómo le están yendo las cosas a Euskadi-Murias en la ronda española. La victoria de etapa de Óscar Rodríguez supuso «un subidón» que permite al equipo afrontar el futuro con ilusión: «Yo tengo alguna oferta, pero también me gusta mucho el proyecto de Euskadi-Murias. Haber ganado en la primera Vuelta es un paso enorme, y más después de tanto tiempo sin un equipo vasco en lo más alto», concluye. Él sueña con darle la segunda. Tiene dos oportunidades. Y si no lo logra, por lo menos que lo ponga difícil a los grandes nombres de la velocidad que hay en la Vuelta.