El alemán John Degenkolb fue uno de los protagonistas de la París-Roubaix. El clasicómano quedó encerrado entre dos ciclistas de Alpecin y acabó en el suelo. Todos sus sueños de regresar a la elite mundial se quedaron enterrados en una simple maniobra. Polémica. Y muy desafortunada para él.
La vida de John Degenkolb ha sufrido muchas subidas y bajadas. Como sub-23, fue uno de los mejores del mundo. Posteriormente, se destapó como velocista y logró en 2021 ganar cinco etapas en la Vuelta a España. Pero no sólo destacó en los sprints. En 2015 fue capaz de anotarse dos Monumentos al llevarse la Milán-San Remo y la París-Roubaix, prueba en la que ya había sido segundo.
Su rendimiento, eso sí, bajó de forma más que considerable. Desde septiembre de 2020 no sabe lo que es ganar una carrera. Ni en 2021, ni en 2022, ni en los que llevamos de 2023 ha podido ganar. Y jamás se le había visto con las buenas piernas que exhibió en la París-Roubaix, donde sólo un gesto equivocado de sus rivales de Alpecin le dejó fuera de la pelea por el podio. Degenkolb llegó a meta en séptima posición y con lágrimas en los ojos, consciente de haber perdido una grandísima oportunidad.
En línea de meta, comentó: «Obviamente es una gran decepción… Es realmente decepcionante verme privado de esta oportunidad de conseguir un muy buen resultado. Ciertamente no era el más fuerte en este grupo, pero Roubaix es Roubaix y cualquier cosa puede pasar cuando estás en este grupo, tan cerca de la meta. Hoy hemos hecho una buena carrera en equipo y los chicos me han colocado en posición en los momentos clave. En el Carrefour de l’Arbre, sé que estaba en el lado derecho del tramo y Jasper se movió un poco a la derecha. Yo ya estaba en el arcén, Mathieu me ha adelantado y al final no había sitio para mí, y he chocado con los espectadores del arcén. En este momento tengo un dolor bastante fuerte en el hombro. Hacía mucho tiempo que no participaba en una final así».