A Igor Antón (1983) se le ve feliz sobre la bicicleta. El corredor de Galdakao está completando un buen inicio de Vuelta a España, la carrera que le marcó su trayectoria deportiva allá por el año 2010, cuando iba de rojo y una caída camino de Peña Cabarga le obligó a abandonar, y en la que suma cuatro etapas. Siete años más tarde, viene preparado y en forma para hacer, al menos, una carrera interesante y dar visibilidad al Dimension Data.
Y lo cierto es que, por ahora, las cosas no le van mal. Está cerca de los mejores en cada etapa, lo que teniendo en cuenta el nivel que se ha congregado en la ronda española tiene un mérito importante. Antón es ahora 17º a 2’09” de Chris Froome. “En Andorra estuve cerca, todo lo que sea andar entre el puesto 15 y 20 en las etapas duras creo que es lo normal para mí dada la participación que hay en la carrera”.
Es más, a estas alturas Antón todavía no sabe muy bien si va a intentar luchar por un puesto en el Top10 de la general o, por el contrario, intentará ir a la caza de una etapa. Lo que sí tiene claro es que se encuentra bien: “Es que ahora mismo estoy más o menos bien posicionado. Donde esperaba. Por eso creo que es la carrera la que me irá poniendo en mi lugar. Por ahora no estoy lejos del Top10 y si sigo así podría intentarlo. Si pierdo mucho tiempo un día, me centraré en etapas”, argumenta.
Antón, junto a Zakarin. Foto: Stiehl Photography
Para eso, las enfermedades que otras veces le han lastrado deberían respetarlo: “Toquemos madera, esperemos que respeten. Por el momento lo cierto es que me encuentro muy bien, estoy bastante en forma”, explica tras dos días ya importantes donde ha rodado cerca de los primeros. Ayer, por ejemplo, perdió 34 segundos con Contador y Froome, y sacó tiempo a Bardet o Kruijswijk, entre otros.
En cualquier caso, Antón vuelve a disfrutar encima de la bici y se vuelve a parecer a aquel escalador capaz de gestas como la de Zoncolan en el Giro 2011. Hace mucho tiempo de aquello, y aquel año ganó también una etapa en la Vuelta. Concretamente en Bilbao, cuando la carrera volvía a territorio vasco después de décadas de ausencia. Después de una Vuelta a Burgos que evidenciaba un buen momento de forma, tal vez sea la hora de romper la sequía que lo tiene sin ganar desde la Vuelta a Asturias 2015. “Se le ve bien, disfrutando de competir y muy en forma. Puede luchar por una buena general y acabar entre los 10 primeros”, dice un miembro técnico del equipo.
Otra cosa que sigue en el aire es su futuro, pero dice que no le obsesiona ni preocupa demasiado. Una renovación con Dimension Data sería la principal opción, aunque no está cerrada: “Todavía no tengo nada hecho, pero soy optimista. Si termino haciendo la Vuelta como la he empezado, creo que podré quedarme aquí”, explica. A los 34 años, su experiencia es un intangible bastante valioso en un equipo como el sudafricano, destinado a dar paso a jóvenes talentos del continente. En el camino, Antón confía en hacer una Vuelta que refleje el nivel que tiene y que, por mor de la mala suerte, sólo ha relucido en contadas ocasiones.
