El ciclismo suele ser un deporte de guante blanco en la relación de sus gestores. Todos los mánagers de los diferentes equipos tienen a mantener un prudente silencio o incluso a elogiar a los rivales cuando hacen declaraciones en público. Bueno, hay una excepción: Patrick Lefevere. El veterano jefe de Deceuninck-Quick Step no tiene pelos en la lengua y la última guerra tiene como segundo protagonista a Ralph Denk, propietario de Bora-hansgrohe.
Todo arranca en la habitual columna semanal de Lefevere en Nieuwsblad. El mánager belga explica que Ralph Denk le solicitó una reunión en Bélgica y que en la misma le propuso la compra de su equipo. Esa sería una manera de hacerse con los contratos que Lefevere tuviera firmados para 2022, 2023… Es decir, sería una táctica perfecta para hacerse con los servicios de Remco Evenepoel, Julian Alaphilippe y el jovencísimo Mauri Vansevenant. Lefevere añade que Denk le metió presión en las siguientes semanas para saber si el equipo estaba o no en venta y que, posteriormente, pasó a realizar ofertas concretas a sus ciclistas, en especial a Remco Evenepoel.
Cyclingnews, por su parte, ha contactado con Ralph Denk. El mánager alemán de Bora-hansgrohe reconoce que tiene interés en la contratación de Remco Evenepoel, pero aclara que jamás intentó comprar el equipo belga. Es más, Denk lanza también su particular acusación: las declaraciones de Patrick Lefevere son una forma de presionar a sus patrocinadores para que confirmen lo antes posible la continuidad de todo el proyecto. La fecha límite que Lefevere se marcó parece ser el 31 de marzo y al no tener respuestas, la vía elegida parece haber sido la presión a través de los medios de comunicación.
Foto: Wout Beel / Deceuninck-QuickStep
Es indudable que en Zikloland no podemos conocer qué versión de los hechos es la correcta en una reunión en la que solo estuvieron dos personas, Lefevere y Denk, y de la que cada uno cuenta una versión muy diferente. Pero sí hay un punto claro: Denk puede comprar la empresa gestora de Deceuninck para así hacerse con los servicios de los tres ciclistas que tienen contrato para 2022, pero eso significaría un problema de difícil resolución, puesto que le obligaría a renunciar a su empresa gestora y, por tanto, a dejar en el mercado a los corredores de su actual estructura. Incluso es fácil que la Unión Ciclista Internacional no aceptara esa fusión, puesto que no se haría para salvar un equipo, sino para hacerse con contratos de tres corredores.
Lo que sí es oficial es que Lefevere está buscando nuevos patrocinadores o la confirmación de los que en la actualidad están sponsorizando su equipo y Denk está intentando incrementar el valor deportivo de Bora-hansgrohe, uno de los aspirantes a codearse con Jumbo-Visma, Ineos o el propio Deceuninck en el grupo de equipos más poderosos del mundo.