La octava etapa del Giro de Italia se disputa entre Terni y Fossombrone, con 207 kilómetros. Es un día importante puesto que llega después de la decepción generalizada vivida en la séptima de las jornadas de la carrera italiana, el primer gran final en alto y el primer gatillazo absoluto entre los hombres de la general.
En esta octava etapa, el perfil incluye ascensiones más que interesantes y todas ellas concentradas en los kilómetros finales. Los ciclistas deberán ascender un puerto de 4ª categoría (2,8 kilómetros al 7,7% de pendiente media) y dos puertos de 2ª categoría (7,8 kilómetros al 6,5% de pendiente media) y 2,8 kilómetros al 7,8% de pendiente media).
Lo más importante es que la etapa vuelve a superar los 200 kilómetros. En concreto, serán 207 kilómetros. Esto certifica que este Giro de Italia de 2023 se consolida como una carrera muy diferente a las vueltas grandes de los últimos años y apuesta por el gran fondo con muchas jornadas por encima de esa barrera psicológica de los 200 kilómetros. Además, habrá picante en el tramo final, con la última subida en el kilómetro 201, es decir, a apenas seis kilómetros de la línea de meta. Por tanto, no habrá tiempo para la recuperación desde la misma cima del puerto final.