El ciclismo profesional presume de ser un deporte en el que la ciencia y la preparación metódica ha ido ganando peso en la toma de decisiones. Y, sin embargo, la organización del Giro de Italia sigue sin anunciar el nombre de los equipos que disputarán la carrera el 9 de mayo, es decir, dentro de solo dos meses… y un día.
Los datos son demoledores. En los últimos cinco años el Giro de Italia ha anunciado los equipos invitados en el mes de enero, con la única excepción de 2022, cuando esperaron hasta el 28 de febrero. Lo que nunca había sucedido es que la organización entrase en marzo sin decir qué equipos son los invitados. ¿Y cuál es el problema? Pues que los equipos deben realizar concentraciones en altitud durante como mínimo un mes, planificar el calendario previo de sus estrellas… y cada vez queda menos tiempo hasta el punto de que ya acariciamos la barrera psicológica de los dos meses hasta el inicio de la ronda italiana.
El Giro tiene en su poder un total de tres invitaciones tras la renuncia de Lotto y cuatro equipos interesados: dos italianos (Polti y VF Group-Bardiani CSF-Faizanè) y dos suizos (Tudor y Q36.5). Por eso parecen estar esperando una invitación extra por parte de la UCI, pero el tiempo se echa encima, el Giro sigue sin decidir… y eso genera retraso también en los anuncios de Tour y Vuelta.
Es cierto que el Tour normalmente ha anunciado sus equipos unos días antes que el Giro y que la Vuelta siempre ha preferido optar a ser el último en confirmar los equipos seleccionados, pero el retraso del Giro está generando tensión en los equipos y provoca ya problemas reales a la hora de planificar el calendario de objetivos y la preparación física de los corredores.