Conor Dunne (1992) ha decidido decir adiós a su carrera en la élite. El ciclista irlandés era el ciclista profesional más alto del pelotón, con 2,04 metros nada menos.
Dunne corrió en el Aqua Blue en 2017 y 2018 y recaló en el Israel Cycling Academy en 2019, completando una Vuelta a España, en la que fue farolillo rojo en 2017, a más de cinco horas de Chris Froome, y el Giro de Italia esta última temporada. Ahora ha anunciado que deja atrás este ciclo de su vida con un emotivo mensaje en Instagram.
Dunne vivió y se formó como sub23 en Bélgica antes de convertirse en profesional. En 2018, cumplió un sueño con su victoria en el Campeonato de Irlanda. «Gané mi carrera favorita en los Campeonatos nacionales. Estoy orgulloso de ser campeón y me encanta correr con los tréboles en mi espalda. Es un enorme honor», dijo entonces.
Por su altura, no pasaba desapercibido -él mismo se autodenomina «el ciclista más alto del mundo» en su perfil de Twitter-, sobre todo cuando era retratado al lado de ciclistas bajos, como fue el caso de Samuel Dumoulin o Esteban Chaves.