Para el ciclismo español, la Clásica de Almería es un ‘rara avis’. En una provincia netamente montañosa como la almeriense, árida también a ratos, hacer una carrera que termina en llegada masiva y con la mentalidad del ciclismo español se llega a considerar un desperdicio.
Nada más lejos. Lo cierto es que la organización de la cita almeriense ha conseguido consolidar cada año una buena participación entre los velocistas, y lo cierto es que este 2019 va a ser un paso más en ese sentido. Porque, por primera vez, no habrá un favorito claro.
Los años que vino Cavendish era difícil encontrar alguien que le hiciera sombra. En 2018, por ejemplo, Caleb Ewan estaba señalado desde el primer momento y en el 2017 se presentó un panorama más abierto sin ninguna gran figura mundial. Esta vez será distinto. La organización ha confirmado a Marcel Kittel como el último gran nombre en la línea de salida, y encima esta vez no es una figura que destaque en el cartel.
Foto: Getty Images / Mitchelton-Scott
Porque para pelearle la victoria al alemán del Katusha-Alpecin estarán Matteo Trentin por parte de Mitchelton-Scott -lanzado por Mezgec- y también Pascal Ackermann junto a Jean Pierre Drücker por parte de Bora-Hansgrohe. Y Christophe Laporte viene representando a Cofidis.
Así de primeras hablamos de un velocista de talla mundial en busca de recuperar su mejor versión, está el campeón de Europa -Trentin- y dos de las mayores irrupciones del 2018: Ackermann firmó nueve victorias -cuatro WorldTour y campeón de su país-, mientras que Laporte logró seis. Cuatro de ellas, por cierto, en febrero. Atrás quedan los años más duros del panorama económico, en que la carrera sobrevivió como pudo, logró evitar la suspensión y casi se la lleva el viento en 2016. Desde entonces, la dinámica es claramente ascendente.
Todavía falta prácticamente la mitad de la participación por conocer y tal vez nos llevemos otra sorpresa agradable, pero lo que está claro es que este 2019 vamos a ver una de las mejores versiones de la Clásica de Almería. Porque en España también se puede vivir del sprint. Aunque sean excepciones.