El caso W52-FC Porto ya está en la fase del juicio y la primera conclusión es que existen dos formas bien diferentes de afrontar la situación legal. Por un lado, la mayor parte de los ciclistas han confesado el uso de sustancias y método ilegales. Sin embargo, directores y propietarios han optado por el silencio.
La policía y la justicia de Portugal han llevado a los tribunales a un total de 26 personas, con muchos de ellos vinculados al equipo W52-FC Porto, formación ya desaparecida. Las acusaciones afectan incluso al patrocinador del equipo, Adriano Quintanilha, y a los directores Nuno Ribeiro y José Rodrigues.
Adriano Quintanilha y Nuno Ribeiro optaron por no prestar declaraciones en el primer día del juicio a pesar de que el ministerio fiscal considerada probado que al menos desde 2020 el sponsor, el director e incluso el director general del equipo y contable tenían un plan para aumentar el rendimiento de sus ciclistas a través del uso de métodos y sustancias dopantes. Las acusaciones de la fiscalía son muy duras y es lo que ahora deberá juzgar el tribunal frente al silencio de algunos de los acusados.
Los ciclistas, en cambio, han reconocido de forma pública que utilizaron esas sustancias y métodos prohibidos. Incluso han confesado de forma generalizada el uso de transfusiones sanguíneas. Eso sí, todos han admitido que fue un error y han explicado que lo hicieron por intentar mejorar su rendimiento deportivo y admiten la ilegalidad y las consecuencias jurídicas de los hechos.
La justicia tiene una gran cantidad de pruebas encima de la mesa y ahora se encuentra con la confesión de una gran parte de los acusados, por lo que es más que probable que vayamos a una sentencia condenatoria. Sin embargo, el caso aún no ha sido cerrado y en los próximos días acabará la fase del juicio antes de pasar a la sentencia.