Los mejores ciclistas juniors del mundo se han medido en la jornada de hoy sobre uno de los escenarios más legendarios de nuestro deporte: los tramos adoquinados de la París-Roubaix, donde Carlos Rodríguez, ciclista de primer año del Polatec-Kometa, ha maravillado al obtener una formidable sexta plaza en su primer contacto con este tipo de superficie.
“Ha sido una experiencia muy positiva, estoy realmente contento”, destaca el de Almuñecar.
La prueba, que se disputa previamente a la profesional y supone la segunda cita puntuable de la Copa de Naciones de la Unión Ciclista Internacional para su categoría, unió Saint-Armand-les-Eaux y Roubaix sobre 111 kilómetros jalonados por dieciséis sectores de empedrado (28,9 km en total) entre los que se encuentran Mons-en-Pévèle, Pont-Thibaut o el Carrefour de l´Abre.
La victoria correspondió al británico Lewis Askey, que batió al sprint al italiano Samuele Manfredi. “Se ha ido muy rápido todo el día y en los primeros tramos de empedrado se ha ido seleccionando el grupo. A unos 30 kilómetros del final atacaron Askey y Manfredi. Nosotros intentamos reaccionar después, en el tramo previo al Carrefour, y nos quedamos cuatro en persecución. La verdad es que iba dándolo todo y el Carrefour se me hizo duro. A unos diez del final nos atacó el danés [Mattias Skjelmose Jense, al final tercero], que iba fortísimo. En la llegada, en el sprint con el holandés [Edo Maas] y el alemán [Pirmin Benz], iba fundido”, explica Rodríguez.
Foto: Polartec-Kometa
El andaluz había sufrido una caída en los primeros compases de la carrera. “Me tuve que pegar un buen calentón para regresar al pelotón”, dice el corredor, que en la Roubaix ha afrontado una de sus primeras experiencias sobre una superficie con la que no ha tenido mucho contacto. “La verdad es que salvo el año pasado en un campeonato, en Ávila, donde había un tramo de unos 500 metros y una competición reciente en la Gante-Wevelgem, aunque ese adoquín no tenía nada que ver con éste, nunca he rodado sobre pavé”. “Me gusta el empedrado. Es algo distinto a lo que estoy acostumbrado, pero me gusta bastante. Especialmente el de aquí, es una pasada”, concluye el granadino.
Pau Miquel, 35º a 7’05”, y Jon Barrenetxea, 37º a 7’50”, también han alcanzador la mítica meta de Roubaix para completar una actuación que el seleccionador nacional Francisco Javier Cerezo considera realmente positiva. “El balance que hacemos es muy bueno, sobre todo porque Carlos es de primer año. La experiencia que ha cogido hoy y hace dos semanas en la Gent-Wevelgem le van a ser de gran valor en el futuro. Además, Pau Miquel y Jon Barrenetxea también han logrado terminar entre los 40 primeros en una prueba tan complicada como está, así que estamos contentos”.
El resto de integrantes del combinado nacional, Pablo Gutiérrez, Miquel López y Josu Etxeberria, no han podido terminar la prueba.