Tirreno: Un duelo de vueltómanos que no existió (Vídeo y conclusiones)

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Kwiatkowski alza el tridente. Foto: LaPresse - D'Alberto / Ferrari

Venían todos los grandes vueltómanos, pero lo cierto es que no ha habido una lucha real entre ellos. Muchos han demostrado estar todavía un par de escalones por debajo de su máximo nivel. Tanto es así que entre el Top10 de la Tirreno apenas ha habido nombres entre los que estarán en julio disputando el Tour de Francia. Y todos ellos se habían citado aquí como primer banco de pruebas, pero no hubo pelea real entre ellos. Esto es lo que deja tras de sí la Tirreno-Adriático.

Menos divertida que la París-Niza. La comparación entre ambas carreras es inevitable. Y si bien años atrás parecía que Tirreno le había comido todo el terreno a la carrera francesa, este año ha sido al contrario. Sobre todo la etapa final de Niza queda para el recuerdo de la afición, sobre todo de la española por el festival vivido.

La CRE marcó la carrera. Las diferencias que se hicieron en la etapa inaugural, la contrarreloj por equipos de Lido di Camaiore, ha condicionado completamente la prueba. Los equipos que hicieron una crono más discreta se quedaron prácticamente sin opciones en la general. Como fue el caso de Movistar, por ejemplo. Al final, BMC y Sky dominaron el primer día y dominaron la prueba.

El Plan ‘B’ de Sky. No son los primeros espadas, pero está claro que Michal Kwiatkowski y Geraint Thomas tienen calidad de sobra para liderar el equipo británico al menos en vueltas de una semana. Victoria para el polaco a base de regularidad y explotando sus fortalezas, y mala suerte de Thomas por la avería en la etapa reina. Si no, probablemente habría sido una lucha entre los dos compañeros en la crono final. Aún así, primero y tercero respectivamente.

Landa lidera, Rosón destaca. Gran carrera del Movistar Team. Mikel Landa logró la victoria en Sassotetto demostrando ser el más fuerte de la carrera para arriba, y no tomó demasiados riesgos en la crono disputada en mojado, perdiendo su puesto de podio para finalizar sexto. Mientras, Jaime Rosón completaba una enorme actuación con el octavo puesto final merced a una notable última etapa.

A BMC sólo le faltó el azul. Fue uno de esos equipos que hizo una gran contrarreloj colectiva. Ganándola, de hecho. El equipo rojinegro llevó la ‘maglia azzurra’ en la figura de Damiano Caruso, pero la acabó perdiendo a dos días del final en favor de Kwiatkowski. Rohan Dennis se llevó también la crono individual. Dos etapas y segundo en la general.

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Landa, vencedor. Foto: RCS

El tren Katusha funciona. Mucho se habló en las primeras carreras por suelo pérsico de que Kittel parecía no ser el de años anteriores y, además, su ‘treno’ no estaba bien ensamblado. Un mes después, el lanzamiento de los dos sprints de Tirreno –especialmente el primero, en Follonica- ha sido perfecto y él ha rematado también a las mil maravillas.

Víctimas notables. El reguero de lesionados y bajas por enfermedad que deja la carrera es llamativo. Empezó Mark Cavendish, después les tocó a Tom Dumoulin y a Dani Moreno. Caleb Ewan y Nizzolo también pusieron pie a tierra. Y, por último, Fernando Gaviria se fracturaba la mano. En la misma caída, Ben Hermans también quedó fuera de combate. No ha habido muchos abandonos, pero casi todos de grandes nombres.

Roglic y Yates. El esloveno es de esos corredores que siempre dan la sensación de ganar por aplastamiento. En el muro de Trevi lanzó un ataque que fue capaz de sostener hasta meta frente a gente teóricamente más escaladora. Dos días después Yates hizo algo parecido en Filottrano. El minuto que perdió en la caída camino de Follonica le pasó factura.

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Primoz Roglic, por delante de Yates. Foto: Tirreno-Adriatico

Froome, en segundo plano. Su presencia siempre es un plus en cualquier carrera. Pero lo cierto es que a día de hoy el británico no se está dejando ver entre los más fuertes donde participa. No lo estuvo en Andalucía y tampoco en Sassotetto, donde cedió cuando los ‘gallos’ rompieron las hostilidades.

Olvidable para Team Sunweb. El colmo de la mala suerte. Cuatro de sus siete ciclistas se han ido para casa. Cayó Kragh Andersen por enfermedad. Poco después se rompía la clavícula Simon Geschke. En la etapa reina, Tom Dumoulin se bajaba por caída, y al día siguiente le tocaba el turno a Kelderman. Para colmo, Nikias Arndt iba justo detrás de Gaviria cuando se cayó y quedó cortado y sin opciones de disputar el último sprint en Fano.