Rubén Plaza, un maestro para el Israel Cycling Academy

Encontrar nuevos retos a los 37 años no es fácil, y en el ciclismo menos. Si a esto le añadimos un contexto global como el actual en que nos movemos, las cosas se ponen todavía peor. Pero siempre hay excepciones en las que la ilusión gana la batalla a la edad. El año pasado era Fran Ventoso quien cambiaba, tras seis temporadas, Movistar Team por BMC en busca de renovar la motivación. Ahora el agraciado es Rubén Plaza (1980) quien pasa del Orica-Scott al Israel Cycling Academy.

Porque el valenciano ha conseguido un hueco en el pelotón profesional para ejercer de maestro de ceremonias. De capitán de ruta y hombre experimentado que pueda enseñar a los jóvenes a moverse bien en carrera, a no gastar más fuerzas de las debidas, etcétera. En una plantilla plagada de jóvenes talentosos a la par que advenedizos, Plaza se puede convertir en una pieza indispensable.

El suyo es sólo el primer fichaje de una lista de corredores que vienen del World Tour. De momento le acompañarán Ben Hermans –también con el perfil de ciclista curtido, aunque con más presión por sacar victorias y resultados- y un Sondré Holst Enger que en AG2R no ha hecho una buena temporada. La gran ambición del Israel Cycling Academy es correr el próximo Giro de Italia, que previsiblemente empezará en Jerusalén.

Plaza, este año en el Tour de Suiza. Foto: @OricaScott

Plaza era uno de los corredores que más prometían a principios de la década pasada. Coetáneo de Alejandro Valverde, su buena condición de rodador y capacidad para moverse bien en la montaña le auguraban un gran futuro. Así ganó dos veces el Campeonato de España y una gran cantidad de carreras del calendario nacional: Vuelta a Murcia, Vuelta a Aragón, Murcia, Comunitat Valenciana… y una etapa en la Vuelta a España, allá por 2005.

Su carrera dio un giro cuando, en la Vuelta a Murcia de 2011, se cayó bajando precisamente el puerto que se pasó ayer en la Vuelta a España: el Collado Bermejo. La consecuencia fue una fractura de tibia y peroné de la que tardó en volver. Lo hizo en 2013 ganando la Vuelta a Castilla y León. Dos años más tarde, ya en Lampre-Merida, resurgió del todo ganando etapa con dos fugas de calidad en el Tour de Francia y la Vuelta. Luego fichó por Orica para ‘cuidar’ de Chaves y los hermanos Yates.

Plaza tendrá un compañero español en un equipo que tiende a ser una especie de ONU en miniatura: es el equipo con más nacionalidades distintas dentro de la categoría Pro Continental y Óscar Guerrero es uno de sus directores deportivos. El andaluz José Manuel Díaz Gallego le da la bienvenida: “Tengo muchas ganas de que llegue. Compartimos preparador y he estado con él en algunas concentraciones en altura en Sierra Nevada. Es un fichaje inmejorable, un corredor humilde, buena persona, con ganas de enseñar su experiencia y un palmarés muy extenso. Hay pocos corredores que aporten lo mismo que él en un equipo”, arguye el jiennense, contrapunto absoluto de Plaza con apenas 21 años.

Plaza debutó en Ibanesto (2001-2003), pasó por el Kelme/Comunidad Valenciana (2004-2006), regresó al Caisse d’Epargne (2007), incluso corrió en Portugal, Benfica (2008) y Liberty Seguros (2009), y enlazó con Caisse d’Epargne (2010) y Movistar Team (2011-2014) antes de pasar un año por Lampre-Merida (2015) y los los dos últimos en el Orica (2016-2017)

El Israel Cycling Academy sigue dando pasos para crecer y convertirse en un equipo asiduo a las vueltas grandes. Y en ese camino necesitaba un maestro de ceremonias. “El pasado es irrelevante. Ahora estoy centrado en un equipo que, para mí, representa el futuro del ciclismo. Estoy decidido a ayudar y guiar. Tengo una enorme experiencia. Me encanta enseñar y ayudar al equipo a ganar”, sostiene. Un capitán de ruta capaz de guiar a los jóvenes valores que tiene el equipo para que se conviertan en ciclistas fogueados. Ahora ya lo tienen.

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