El proyecto del Manzana Postobón más allá de la Vuelta a España

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Suaza (1992), en la Vuelta a España. Foto: Unipublic

Cuando en el mes de marzo se desveló que el equipo Manzana Postobón estaría en la Vuelta a España, abundaron las expresiones de sorpresa. Un equipo recién llegado a la categoría y que no se sabía cómo iba a responder. Después de casi dos semanas de Vuelta, ya se puede tener claro que el rendimiento ha sido más que positivo. Mejor, incluso, de lo que podrían haber esperado en un principio.

Jetse Bol (1989) estuvo a punto de vestir el maillot rojo de líder, lo que ya habría sido la guinda a una primera mitad de carrera marcada por la combatividad, el buen desempeño en las fugas y el haber aguantado mucho más de lo que se les esperaba: “Estamos muy contentos. Lo que no queríamos era venir como ‘de agache’, sino tener presencia y ser protagonistas aquí. Piensa que tenemos una plantilla con una edad media muy joven”, explica Óscar Vargas, uno de los directores de la formación colombiana. Es cierto. Ninguno de los nueve llega a 30 años, y cinco son sub23. Hernán Aguirre (1995), Hernando Bohórquez (1992), Sebastián Molano (1994), Fernando Orjuela (1991), Juan Felipe Osorio (1995), Aldemar Reyes (1995, Bernardo Suaza (1992) y Ricardo Vilela (1987) completan la nómina.

El propio Bol, por su parte, también se muestra satisfecho por lo realizado hasta ahora, aunque sigue ambicionando una etapa: “La general hay que dejarla correr”, decía en Cuenca, cuando llegó a ser séptimo a menos de un minuto de Froome. Ahora sí está en situación de coger una escapada buena y tratar de pelear una victoria: “Yo sabía que el equipo tiene talento, pero sí es cierto que cuando respondes así ante una Gran Vuelta te das cuenta del nivel real”, afirma el neerlandés.

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Molano (1994), su hombre rápido. Foto: Unipublic

Hoy la carrera llega a Tomares (Sevilla), una jornada propicia para el sprint. La formación rosa cuenta con la bala de Sebastián Molano, y dada la nómina de velocistas presentes habría que tomárselo bien en serio: “Tiene una enorme calidad. En Colombia están surgiendo muy buenos sprinters como él, o como Hodeg -ganador de etapa en el Tour del Porvenir- o Nelson Soto, que se llevó cuatro parciales en la Vuelta a Colombia. Todos estos chicos han corrido la Vuelta a Colombia, por lo que son gente acostumbrada a competiciones de muchos días, aunque lo normal es que la tercera semana nos pese”, continúa Vargas.

Pero el proyecto de Manzana Postobón no se detiene aquí. De hecho, el propio Vargas confía en que el patrocinador redoble su apuesta para poder mantener lo mejor de su plantilla: “Queremos seguir creciendo, entrando en el WorldTour. En Colombia hay mucho talento y es sólo cuestión de tiempo y maduración. Ahora esperemos que el patrocinador se convenza de lo que estamos haciendo y podamos retener a las figuras. Hay equipos superiores con más dinero, y si cada año perdemos a los mejores sería difícil crecer”, argumenta.

El Giro y, como última barrera, el Tour son los próximos techos que se pone el equipo. La ronda italiana de momento va a estar complicada dado el gran número de equipos Pro-Continentales del país. Y puesto que el año que viene todo empieza en Jerusalén, el Cycling Academy israelí gana muchos enteros para una de las cuatro invitaciones. En cualquier caso, la idea es venir más a Europa y correr todo lo posible al máximo nivel.

¿Será necesario, para ello, aumentar la proporción de europeos en la plantilla? Vargas tiene la respuesta: “No es la idea. Hemos venido a España y a la Vuelta porque es el sitio idóneo para aprender: por idioma, por lazos culturales. Pero creo que mantendremos a los tres europeos y el resto serán colombianos que se seguirán formando. Queremos europeos con experiencia para ayudarlos”, explica.

Entre estos europeos -los otros dos son el citado Bol y el portugués Vilela- está el sevillano Antonio Piedra, a cuya ‘casa’ llega hoy la Vuelta a España. Tras una durísima caída en la Volta a Catalunaya tuvo que ser intervenido en la rodilla. Meses después, todavía siente dolor a la hora de hacer la rehabilitación. Está resultando una recuperación lenta y tortuosa. Manzana Postobón se mantiene a la expectativa: “Nosotros vamos a esperar a Piedra. Si vuelve a entrenar y se pone al nivel, contaremos con él. Es muy buen chico, y querido aquí”, comenta Vargas.

Si no fuese Piedra, la tercera pieza europea podría ser española, pero también podría no serlo. Realmente lo que se busca es que tenga experiencia. Así pues, Manzana Postobón va camino de completar con un notable la primera gran vuelta de su todavía corta historia. No será la última. Aquí hay proyecto para rato.

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