Nícolas Sessler comienza «una carrera de fondo» en la élite mundial

El año 2018 será catastrófico para el ciclismo profesional brasileño. El equipo Soul desaparece de la categoría profesional y es probable que Rafael Andriato no siga en las filas del Wilier Triestina. Brasil, por tanto, se queda sin corredores en la categoría profesional… salvo un recién llegado: Nícolas Sessler (1994), la apuesta latinoamericana de Burgos-BH.

Sessler es un corredor conocido en el mundillo ciclista español, puesto que en 2017 ha militado en las filas del Lizarte. Nadie pueda dudar de su calidad y del merecimiento del salto a la categoría profesional, puesto que hablamos de un corredor que se llevó la general de la Volta a Lleida y fue top 7 en otras tres pruebas por etapas: GP Vila-Real, Zamora y León.

Sin embargo, Sessler no piensa en ninguna victoria en concreto cuando recuerda la campaña 2017: «Lo más importante del año es que he aprendido mucho gracias a Juanjo Oroz y Manolo Azcona. Yo vengo del mountain bike y no tengo la cultura de la carretera que hay en España. Por eso he disfrutado mucho en Lizarte. He comprendido que lo más importante es siempre el equipo y que hay que correr como bloque. Luego, hemos tenido a ciclistas brillantes que han sabido ganar como Castrillo, Samitier… Pero siempre partiendo de trabajar como bloque. Esa lección es lo que más me ha impactado de la temporada 2017″.

En el centro, con Castrillo y Samitier (de amarillo) a su lado. Foto: Oskar Matxin

Pensando en triunfos individuales, Sessler tiene una victoria por encima de Lleida: «La Volta a Lleida es una gran carrera, pero para mí siempre será especial la Volta a Valencia de 2016. Llegué cedido, en el último segundo y sin muchas referencias de cuál podía ser mi nivel en comparación con los rivales españoles. Por eso, ganar la carrera fue una sorpresa y es algo que me motivó todavía más para centrarme en la carretera».

La vida de Nícolas Sessler es de lo más curiosa. Como junior fue uno de los mejores del mundo en mountain bike. E incluso firmó un contrato profesional con Caloi (el mayor fabricante latinoamericano de bicicletas) para preparar los Juegos de Río. Sin embargo, pronto prefirió centrarse en los estudios universitarios: «Con 18 años pensé que no estaba preparado para llevar esa vida profesional al ciento por ciento. Quería estudiar, aprender idiomas… y decidí viajar a Bélgica sin la presión de tener que vivir por y para el ciclismo. Allí compaginé libros y bicicleta, pero con la idea de estudiar como prioridad».

En la Vuelta a Zamora. Foto: Vuelta a Zamora

Al final, Sessler pasó del mountain bike a la carretera. Pero de forma tardía. El año 2016 fue el primero ciento por ciento en ciclismo de carretera. Ahora, en 2018 vivirá la primera temporada profesional, aunque antes ya ha corrido algunas pruebas entre la élite mundial: «En agosto de este año 2017 probé con Israel-Cycling Academy como stagiare. Sabía que quedarme con ellos en 2018 era casi imposible porque el equipo estaba cerrado. Pero agradezco mucho a Ran Margaliot la experiencia que me dio. Y al resto de directores y auxiliares el trato que tuvieron conmigo desde el primer segundo. En Israel me hicieron sentirme como en casa y me dieron un máster de ciclismo profesional que no tiene precio. Aprendí muchísimo en las clásicas que pude hacer con ellos. Sabía que era difícil quedarme… pero me sirvió para que Alejandro Fuster y Velofutur convencieran a Burgos-BH de que me fichasen para 2018″.

Pensando en esa experiencia con Israel, Sessler comenta: «Mi primera carrera fue la Ötztal Pro Classic, con casi 220 kilómetros de recorrido y miles de metros de desnivel acumulado. Al final, fui 17º y creo que pude comprobar que mi mejor terreno en profesionales será el de carreras duras, de gran fondo y con mucho calor. Nunca había corrido una prueba tan larga ni tan dura. Pero acabé muy feliz».

En 2018, la temporada arrancará en Colombia: «El calendario está todavía por decidir, pero es posible que yo sea de los corredores que debute en Colombia. De momento, estoy entrenando en Brasil. Aquí es verano y las condiciones son muy buenas para hacer la base. Por mis características, creo que el verano es cuando mejor rindo. Pero no puedes llegar a febrero sin estar en forma. Tengo muchas ganas de debutar con Burgos-BH, pero soy consciente de que esto es una carrera de fondo y que tan importantes son las carreras de octubre como las de febrero. Así que iremos paso a paso y trataré de ayudar al resto de mis compañeros desde el primer día. Todavía me queda mucho que aprender en el ciclismo de alto nivel».

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