Nibali, entre el Giro y el Tour en 2018
Nibali cerró 2017 con una exhibición en Lombardia. Foto: @Il_Lombardia
Las clásicas de las Ardenas y el Mundial de Innsbruck serán los otros grandes objetivos para el siciliano de cara a su segunda campaña con Bahrain-Merida, donde quiere demostrar, a sus 33 años acabados de cumplir, que sigue siendo un corredor referencia de talla mundial.
Y es que Nibali es un seguro de vida. En la pasada temporada alcanzó las 50 victorias como profesional con una gran victoria en solitario en Il Lombardia, su segundo Monumento, y subió al podio con victoria de etapa en las dos grandes vueltas en las que tomó parte: 3º en el Giro yganador en Bormio; 2º en la Vuelta y ganador en Andorra.
Ahora, el italiano, ganador de las tres grandes vueltas, tiene dudas sobre en qué gran vuelta centrarse de cara a 2018. Lo que sí tiene claro es su apuesta por las clásicas y el Mundial. En el Corriere dello Sport, Nibali ha explicado que correrá Amstel Gold Race, Flecha Valona y Lieja, donde ha sido varias veces protagonista (2º en 2012, 8º en 2011). «Son objetivos que siempre han estado en mi cabeza. Además, el Mundial del año próximo es una ocasión especial tras dos años tras Florencia con recorridos nada adaptados a mis características», ha explicado.
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— Team Bahrain Merida (@Bahrain_Merida) 21 de noviembre de 2017
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El siciliano, que estos días está teniendo apariciones públicas al recibir distintos premios en Italia, explica que decidirá «entre el Tour y el Giro cuando hayamos visto el recorrido del Giro. No es ningún secreto que quiero volver al Tour, pero no sé si podría dejar escapar la oportunidad de un Giro que pasara por Sicilia», explica en relación a los rumores ya publicados sobre un recorrido que se presentará el próximo 29 de noviembre.
Nibali sí se ha mostrado su interés por el recorrido del Tour, con algunos elementos parecidos al de su victoria en 2014, que empezó a cimentar en la etapa del pavé. «En algunos aspectos es similar, y en otros hay cosas nuevas. En esta ocasión hay mucho más adoquín, y luego está la etapa de 65 kilómetros en los Pirineos, que será difícil de controlar y favorable a ataques que lo puedan romper todo», ha avisado.
