Team LottoNL-Jumbo, un proyecto en crecimiento

El equipo LottoNL-Jumbo es heredero, en parte, de una estructura durante muchos años consolidada en la élite mundial: Rabobank. Pero también es heredero de algunos de los problemas que aquel gran equipo sufrió durante sus últimos años. Por eso mismo, la transición desde el viejo Rabobank al nuevo Lotto Jumbo no ha sido nada sencilla.

Y más cuando las dificultades lógicas en la parte deportiva se sumaron a las dificultades de cerrar los patrocinios necesarios y encontrar la estabilidad económica imprescindible para pensar en el largo plazo. Con el paso casi fugaz de Belkin por el medio, es ahora cuando LottoNL-Jumbo está desarrollando su verdadero potencial y está creciendo, paso a paso, hasta convertirse en uno de los equipos que más y mejor sabe trabajar con los jóvenes talentos. Pero analicemos la evolución.

En 2015, el LottoNL-Jumbo firmó solo seis victorias. Era el primer año de los nuevos sponsors pero el equipo no tenía nada que ver con lo que acabaría siendo. Entre los triunfos, destacó una victoria de etapa en la Vuelta a España, un buen final de año que no quitó el sabor amargo que todo el grupo técnico y humano sentía ante el desarrollo de la temporada. En 2016, casi desde el primer momento, todo cambió. Habían tenido el invierno con tranquilidad para planificar la temporada, para empezar a fichar a largo plazo y para fijarse en jóvenes talentos. Y los resultados no tardaron en llegar.

Campenaerts, en la crono de Andalucía. Foto: Team LottoNL-Jumbo

El joven Dylan Groenewegen se convertía en una de las sorpresas agradables de la temporada al ganar 11 carreras. Y Primoz Roglic se llevaba una etapa en el Giro y apuntaba maneras más que interesantes. Además, Steven Kruijswijk acarició durante muchos días la victoria en el Giro de Italia, un triunfo que se le escapó de las manos por culpa de una infortunada caída y también de un equipo que hasta ese momento no había pensado en la necesidad de sumar escaladores de primer nivel para apoyar a sus líderes.

En 2017, todo sigue una línea igual de positiva. Y polivalente. Han ganado una etapa contrarreloj con Victor Campenaerts (Andalucía) y una general de prestigio como la de Algarve, con Roglic. Groenewegen aún no ha ganado pero ya ha rozado el poste en más de una ocasión y también tienen una segunda baza para los sprints: Juanjo Lobato.

El andaluz es la nota hispana en un equipo habitualmente muy holandés y se ha encontrado con una formación que le va a arropar. El único problema ha sido una inoportuna lesión de rodilla, lo que frenó su preparación en invierno y le hizo llegar a Dubai casi sin entrenar. De todos modos, el debut no fue malo, ya que acabó cuarto en uno de los sprints. A partir de ahora, Groenewegen y Lobato seguirán caminos diferentes: uno en carreras más llanas (el holandés) y otro en carreras más exigentes (el de Trebujena).

El LottoNL-Jumbo, además, volverá a apostar por Kruijswijk para las generales de las grandes vueltas, sin olvidar al veterano Gesink. Y han recuperado a Lars Boom para las clásicas, una vez confirmada la baja de Vanmarcke. De lo dicho, altas y bajas, hay algo que está por encima de lo demás: el equipo tiene estabilidad y un grupo gestor de gran conocimiento y muy desconocido en España.

Kruijswijk y Gesink, dos de las referencias. Foto: Team LottoNL-Jumbo

Richard Plugge es el hombre de los números. Nico Verhoeven es el jefe en las cuestiones deportivas. Y Richard Zeeman se encarga de la preparación física. No hay que olvidar que Zeeman fue, entre otros, el verdadero descubridor del talento de hombres como Degenkolb y Kittel en Giant. Ahora, desde el LottoNL-Jumbo, también está sabiendo desarrollar, junto al resto de entrenadores, el talento de nuevos nombres como Groenewegen o Roglic. Y los resultados no escasean. Lo mejor de todo es la sensación… de que los éxitos del conjunto holandés no han hecho más que empezar.