Las lecciones que deja el Oro y Paz de Colombia

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Foto: QuickStep / Getty Sport

La primera edición de Colombia Oro y Paz ya es historia. Para bien y para mal. Llega el tiempo, por tanto, de la reflexión y del análisis de los puntos positivos y negativos de una prueba que ha sorprendido a más de uno y que se cerró con un sorprendente final, en el que el jovencísimo Egan Bernal se llevó el gato al agua.

POSITIVO

1) Público. La gran afluencia de público ha sido la nota más destacada de la carrera. Muchos comparaban lo visto con las etapas del Tour de Francia. Tal vez sea excesivo. Pero la realidad es que Colombia ha demostrado tener una afición entendida y amante del ciclismo, una afición que merece una carrera grande. Si la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha concedido licencias WorldTour a pruebas de China o de Oriente Medio en las que sólo abundaba el dinero, es tiempo para que la UCI apueste por Colombia. Evidentemente habrá que marcar un estandar de calidad para la prueba. Pero el ciclismo no vive de las entradas a los estadios, pero sí del calor del público y la emoción deportiva. Pruebas como Oro y Paz son un espaldarazo para cualquier sponsor, tenga o no interés en el mercado colombiano.

2) Recorrido. El gran peligro de esta prueba podría haber sido el trazado. Si los organizadores hubieran apostado por una prueba ciento por ciento colombiana en su perfil, habrían sembrado el camino del futuro de muchas penalidades. Los ciclistas europeos no quieren viajar a competiciones donde la altura media esté por encima de 2.000 metros y que incluya puertos por encima de 3.000. Es una altitud a la que no están acostumbrados y que perjudica notablemente la preparación del europeo. Sin embargo, el recorrido ha sido perfecto: días llanos para coger ritmo y adaptarse a la temperatura y puertos duros en las últimas etapas, pero con altura razonable. Es seguro que para 2019 habrá lista de espera de equipos y líderes interesados en correr en Colombia.

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Foto: Luis Barbosa

3) Figuras. Ver en la pelea por la general a ciclistas como Nairo Quintana, Rigoberto Urán o Sergio Luis Henao es sinónimo de calidad. O ver en los sprints a Fernando Gaviria. O en una llegada exigente a Julien Alaphilippe. El nivel de los vencedores ha sido enorme y por eso tiene todavía más mérito la actuacion del joven Egar Bernal.

4) Televisión. La carrera ha contado con cobertura televisiva internacional. Y con buena calidad de la imagen. De todos es sabido que lo que no sale por televisión, no existe. Colombia ha salido por televisión y existe para todo el mundillo ciclista.

NEGATIVO

1) Falta de europeos. A pesar de tener un recorrido «europeo», la carrera no ha conseguido en este primer año atraer muchos grandes nombres de Europa. Y los que han ido no han conseguido dar el nivel. Resuelta curioso un dato: de los 20 primeros en la general, todos son colombianos menos un francés (Julien Alaphilippe), un ecuatoriano (Jhonatan Narvaez) y un británico (Hugh Carthy), puesto que el manchego Oscar Sevilla es a efectos de adaptación a clima y altitud un ciclista colombiano. Lo mismo sucedió en los sprints, donde dominó Fernando Gaviria con Juan Sebastián Molano pisándole los talones pero sin europeos de nivel en la pomada.

2) Referencias. La televisión estuvo muy bien pero faltaron referencias temporales. No teníamos casi nunca claro quién iba en cabeza, quién perseguía y, sobre todo, las diferencias entre unos y otros. Es un punto que claramente debe ser mejorado.