Froome vs Dumoulin se postula como el gran duelo del Tour 2018

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Foto: Videospremium.net/Zikloland

Chris Froome quiere entrar a formar parte del club de los elegidos con cinco Tours de Francia. El británico lo tiene al alcance de la mano y es un ciclista ambicioso que persigue sus objetivos hasta las últimas consecuencias, tal y como demostró con la Vuelta a España en la que necesitó incluso seis intentos para llevarse el triunfo. Hasta este momento ha sido el gran dominador del pelotón durante el último lustro, arropado por un potentísimo equipo que juega en otra división, pero… ¿qué pasará cuando tenga enfrente a un corredor de unas características más similares a las suyas como es Tom Dumoulin?

Todo hace pensar que en poco tiempo el ciclista holandés tomará el relevo del británico. Junto con Richie Porte y siempre salvando las distancias, posiblemente es el ciclista que más expectación viene levantando en estos tiempos a la hora de verlo batirse con Froome. Hasta este año siempre era Nairo Quintana quien partía de salida como el rival a batir, aunque sus lagunas en la modalidad de contrarreloj han demostrado ser siempre una losa demasiado pesada para pelear por la ‘Grande Boucle’ de tú a tú con el de Sky.

Para disfrutar de un duelo como el que se presume, aun hay que esperar a que Dumoulin confirme que estará el 7 de julio en la salida de Noirmoutier. El recorrido del Tour 2018 no es sin duda el que mejor se adapta a sus cualidades, pero la carrera francesa es así, si quieres tocar la gloria te debes enfrentar a todo tipo de contratiempos. En 2017 el holandés decidió apostar por un Giro que le iba mejor a sus características y acertó. En cualquier caso, y si finalmente optara por la ronda italiana en detrimento de la francesa, también se encontraría luchando con el de Nairobi, que el próximo año disputará ambas, así que el duelo está servido.

La decisión de Chris Froome de acudir al Giro en busca de cerrar el círculo de victorias consecutivas en las tres grandes vueltas ha sido una sorpresa para muchos que pensaban que se centraría en ganar su 5º Tour de Francia para entrar en el Olimpo junto a Anquetil, Merckx, Hinault e Indurain, pero este corredor ya ha demostrado que no le asustan los retos.

El pasado año Nairo Quintana tomó la misma decisión y las cosas no fueron como esperaba, segundo en el Giro y decimosegundo en el Tour. En las carreteras italianas se encontró con un potente Dumoulin que hizo gala de su poderío en las cronos y demostró que es capaz de pasar con nota la alta montaña de una gran vuelta para llevarse el triunfo. Solo mostró debilidad cuando su organismo le jugó una mala pasada en forma de apretón camino del Giorgio di Santa Maria, aunque finalmente pudo mantener el liderato.

El último enfrentamiento directo de Dumoulin con Froome fue en el pasado Mundial de Contrarreloj de Bergen y el resultado ya es conocido por todos: el holandés enfundándose el maillot arcoíris y el británico la medalla de bronce. Sin duda la lucha era desigual pues el primero venía de descansar desde junio y preparar concienzudamente la prueba, mientras que por el contrario el de Sky llegaba a Noruega tras ganar Tour y Vuelta, en lo que ya era un evidente descenso de su mejor pico de forma.

De cualquier modo, hoy por hoy Tom Dumoulin es el mejor especialista del mundo contra el crono, algo que en las últimas décadas se ha convertido poco menos que en imprescindible si se aspira a presentarse de amarillo en París. Froome, sin llegar a ser tan demoledor como el holandés en esta especialidad, la domina perfectamente y ha basado en ella gran parte de sus logros.

En cambio, cuando la carretera se empina, a priori el británico está al menos un punto por encima de su rival. Con un estilo poco ortodoxo y muy distinto al de los grandes escaladores, nos ha acostumbrado a verlo sufrir y atacar con esos codos desplegados y su alta cadencia de pedaleo al más puro “molinillo”. Por su parte el de Sunweb ha demostrado este año que es capaz de superar perfectamente la alta montaña de una ronda de tres semanas con la exigencia de los puertos del Giro. Incluso en un alarde de poderío se hizo con un triunfo de etapa con final en alto, metiendo tiempo a rivales de la talla de Nairo Quintana o Vincenzo Nibali.

Pese a que todo apunta a que Tom Dumoulin puede ser el relevo natural de Chris Froome al frente del pelotón internacional, BetStars aún sigue considerando al británico su principal favorito en las apuestas para llegar de amarillo a París el próximo año. Eso sí, ya no se le presume la ventaja de antaño frente sus rivales y en especial sobre el ciclista holandés.

No hay duda de que ambos corredores ofrecen unas prestaciones muy altas con un estilo muy dispar. Las características de la Mariposa de Maastricht recuerdan a las de Miguel Indurain. Sus cerca de 80 kilos se acoplan con elegancia a su máquina en las pruebas contrarreloj y exprime al máximo su potencia recortando tiempo a todos sus rivales en cada pedalada, mientras que en la montaña ha aprendido a sufrir para pasar los grandes puertos con los mejores o al menos minimizar los daños cuando los días se presentan adversos.

Por su parte el keniata blanco, pese a ser un gran especialista, es ligeramente inferior al holandés cuando se enfrenta a las pruebas cronometradas, aunque ello no le ha impedido alcanzar grandes triunfos en esta disciplina como las dos medallas olímpicas en Londres y Río, o la del último Mundial en Bergen. Una vez que llega la montaña y con casi 10 kilos menos que su rival, Froome ha tenido casi siempre suficiente capacidad para dar un golpe de mano y aclarar el lugar de cada uno en la carrera, aunque también es cierto que en muchas ocasiones se ha guardado esa baza y ha reservado fuerzas, consciente de que en las etapas contra el crono sentenciaría a sus rivales. Ese es un lujo que no se va a poder permitir cuando enfrente esté Dumoulin.

El mundo del ciclismo espera ahora impaciente el gran duelo que nos espera por delante. Cuando llegue el momento Chris Froome tendrá 33 años por los 27 de su rival, pero llega con el crédito que concede el doblete de Tour y Vuelta en 2017. A su lado el siempre poderoso Team Sky, que nunca falta a la cita cuando su jefe de filas pasa por dificultades.

Por su parte Dumoulin es consciente de que debe ser quien tome el relevo de Froome y que ya ha llegado el momento de poner fin a su dominio en Francia. Es cierto que cuenta con un equipo muy inferior al del británico y que el recorrido del Tour 2018 es más favorable a las características de su rival que a las suyas, pero quien quiera ser el número uno debe estar en la salida de Noirmoutier y dejar a un lado cualquier excusa. Su gran temporada en 2017 con el doblete del Giro y el Campeonato del Mundo deben ser suficiente estímulo para afrontar el nuevo año con la ambición de un gran campeón.

El desafío está echado y el mundo del ciclismo espera impaciente que llegue el duelo.