Fatigas crónicas y consejos (y III)

Fatigas crónicas y consejos (y III)

Foto: Iñaki Azanza, www.zikliamatore.com

En los dos artículos precedentes se ha tratado los procesos normales de fatiga. En este tercer artículo, se propondrá una esquematización de fatigas más crónicas y se expondrán unas series de consejos generales que se pueden tener en cuenta a la hora de afrontar los entrenamientos. Como en los artículos anteriores, parte de la información se basa en los artículos de Grove et. al. y Meussen et. al.

La importancia de la fatiga en el entrenamiento (I)

El control de la fatiga (II)

Existe un cansancio normal. En la mayoría de los casos nos encontramos cansados cuando el esfuerzo que se ha realizado es de cierta intensidad y/o duración. Este tipo de fatiga se suele recuperar relativamente rápido. Por el contrario, en algunos casos (afortunadamente el porcentaje de incidencia es relativamente bajo), los procesos de fatiga son más profundos y de mayor duración que el habitual. Para ubicar todos estos conceptos Meussen y su grupo de trabajo proponen la siguiente tabla:

fatiga-15Es importante diferenciar una sobrecarga de un proceso de sobreentrenamiento. En el proceso de entrenamiento se procuran buscar fases de sobrecargas funcionales, que provocan una bajada transitoria del rendimiento, y, que con una recuperación adecuada, mejora el rendimiento anterior a la sobrecarga. Cuando estos procesos no se ajustan adecuadamente, y los procesos de fatiga tienen a acumularse, existe el riesgo de que la sobrecarga se convierta en sobrecarga no funcional. En este caso el plazo de recuperación aumentaría de semanas a meses, y, en los peores casos y excepcionales se podría entrar en un síndrome de sobreentrenamiento.

Resumiendo lo anterior, se podría precisar, que el cansancio forma parte del entrenamiento, pero queda fuera de él un estado de fatiga continuado.

En la mayoría de los casos, y especialmente cuando la orientación al entrenamiento sea alta o existan factores que puedan influir en el aumento de la fatiga (factores físicos, psicológicos, sociales,…), sería aconsejable la identificación precoz de los signos y síntomas de la sobrecarga no funcional o síndrome de sobreentrenamiento. En el artículo anterior se propusieron serie de pautas generales sobre estos aspectos que se podrían tener en cuenta.

Foto: Iñaki Azanza, www.zikliamatore.com

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Para terminar esta serie de artículos, aconsejaría la lectura de los consejos que dan Meussen y su grupo de trabajo. De esa serie de consejos destacaría y desarrollaría los siguientes:

  • Es conveniente, en la medida de lo posible, controlar las cargas de entrenamiento.
  • Intentar evitar la excesiva monotonía en el proceso de entrenamiento.
  • Procurar individualizar las cargas de entrenamiento.
  • Dar especial importancia a las horas y a la calidad del sueño, y unirlos a los procesos de recuperación.
  • Tener en cuenta las variables que pueden influir en el bienestar individual, y fortalecer los mismos.

Bibliografía:

• Grove, JR. et.al: “Training Distress and Performance Readiness: Laboratory and Field Validation of a Brief Self-report Measure”. Scan J Med Sci Sports 2014: 24 e483-e490.

• Meussen, R. et. al: “Prevention, Diagnosis, And Treatment of the Overtraining Syndrome: Joint Consensus Statement of the Euroepan College of Sports Science and the American College of Sports Medicine”. Med Sci Sports Exerc. 2013 Jan;45(1).

La importancia de la fatiga en el entrenamiento (I)

El control de la fatiga (II)