El descanso en una temporada ciclista
Uno de los puntos más importantes de la temporada ciclista, para poder mantener un buen estado de forma durante el periodo de competición, es el descanso.
El descanso se puede dar de diferentes maneras. A lo largo del tiempo o parando a mitad de la temporada y partiendo en dos la misma. Influirá el calendario de competiciones que el propio corredor haya tenido y tendrá en el futuro más cercano así como la categoría de los ciclistas y nivel de las pruebas en las que se vaya a participar.
No se descansará lo mismo si se corre en profesionales o en amateur, o si dentro de una misma categoría se compiten más o menos días. Teniendo en cuenta que dependemos de estos factores, entre otros, el periodo de descanso en temporada podría tener diferentes modelos. Analizaremos, cuál es el que se da (por poner un ejemplo práctico) en un ciclista cualquiera de la categoría amateur enrolado en la filas del equipo Fundación Euskadi.
Primero, convendría comentar, que en el caso de nuestros ciclistas, el trabajo más importante y cargado (volumen y calidad), se realiza en la temporada previa a la competición, la época desde noviembre a febrero. Es cuando los ciclistas hacen trabajos específicos (los hemos analizado en diferentes artículos) para de verdad mejorar su condición física.
Una vez tienen unos buenos valores y vemos que los ciclistas están en buena forma, porque así lo demuestran los resultados obtenidos en los test y las carreras, tratamos de que ese mismo estado perdure en el tiempo. ¿Cómo se consigue esto? Pues tratando de meter descanso, bien sea activo o total, dentro del mismo programa que llevan durante las mismas competiciones.
De esta manera, el ciclista, se puede mantenerse fresco más tiempo, y puede ser capaz de disputar más objetivos en el tiempo, que sobrecargando con los mismos entrenamientos dentro del periodo de competición. Para ello, habrá que tener en cuenta principalmente, cuánto y cómo corren, para luego tratar de supercompensar esos esfuerzos y tratar de mantener ese óptimo estado de forma del que estamos hablando.
Además, si el calendario de competiciones lo permite, como es en el caso de nuestra categoría, al final de junio, principios de julio, siempre es bueno tener un pequeño kit kat, una semana en la que se levanta el pie, con apenas dos salidas en esa semana, poniendo atención a no subir demasiado el peso, y así no perder demasiado la condición física.
Mentalmente, podríamos decir que este descanso es clave, el corredor se quita esa carga a la que es sometido casi todo el año, y no se debe sentir tan ciclista durante esa semana, lo cual hace que las ganas para entrenar el siguiente ciclo de competición aumenten.
Aunque parezca que a nivel físico se puede perder mucho, la práctica y la experiencia nos han enseñado que a veces incluso con este parón se mantiene o mejora, bien sea por el mismo beneficio fisiológico, o bien por esa recuperación mental que los ciclistas necesitan para poder darlo todo durante toda una temporada.
Así pues, el descanso será una parte tan importante como el propio entrenamiento. Los diferentes preparadores deberán de tener sus modelos y tablas para aplicarlo, saber cómo, cuánto y dónde, pero sin descanso nunca podremos esperar el máximo de nuestros deportistas en toda una temporada.
