Damiano Cunego, las expectativas no cumplidas del Príncipe

damiano-cunego-nippo-giro-italia-2016

Foto: @giroditalia

Damiano Cunego (1981, Cerro Veronese) quiere poner punto y final a su carrera profesional en el Giro d’Italia 2018, 14 años después de la victoria que le puso en el mapa, y decir así adiós a una trayectoria irregular, que ha demostrado la calidad de un ciclista que siempre ha tenido casi imposible satisfacer las expectativas de su precoz irrupción.

Un Giro d’Italia (2004, con cuatro victorias de etapa), tres Giros de Lombardía (2004, 2007, 2008), una AmstelGold Race (2008, además de ser 3º en la Flecha Valona en 2008 y 2009 y 3º en Lieja 2006), 2 etapas de la Vuelta a España (2009), 3 Giros del Trentino, una plata mundialista (segundo tras Alessandro Ballan en Varese 2008) y el maillot blanco de mejor joven del Tour de Francia (11º en 2006, y 2º en Alpe d’Huez) en un palmarés con 35 victorias son hitos propios de un ciclista señalado.

Sin embargo, saben a poco en el caso de Cunego, viniendo de alguien que se convirtió, con solamente 22 años, en el mejor ciclista de 2004, que parecía dispuesto a dominar durante años y que acaba de anunciar que quiere acabar su carrera en el próximo Giro d’Italia, la carrera donde se coronó como “Pequeño Príncipe” y presagió una carrera donde no ha podido consumar el reinado que se le presumía. Problemas físicos y de continuidad han perseguido siempre a este veterano, a pesar de su eterna cara de niño.

Vídeo Eurosport:

A sus 36 años, el veronés ha explicado en una entrevista a La Gazzetta dello Sport que quiere que el próximo Giro d’Italia sea su última carrera como profesional, aunque sabe que depende de la invitación de su equipo, Nippo-Vini Fantini. De hecho, el año pasado ya se quedaron fuera. “Quiero terminar mi carrera en el Giro, la carrera que me dio a conocer, la carrera que gané en 2004 y la que me ha hecho sentir más feliz. Me gustaría participar el próximo año, terminarla y poner fin a mi carrera como ciclista”, explica Cunego, que asume que ya no se siente “competitivo”.

El que en su día fuera campeón del mundo júnior en 1999 (ahora vive en el pie de Torricelle, la cota que le dio la victoria) llegó a la estructura italo-japonesa en 2015 tras toda una trayectoria en el conjunto de la familia Galbusera, siempre en la primera línea mundial: Saeco (2002-04) y Lampre (2005-14). Allí se pudo mantener muchos años tras llegar a lo más alto de las expectativas en sus primeros años, especialmente tras el recordado Giro en que se impuso a pesar de la jerarquía dentro de su equipo del vigente campeón, Gilberto Simoni, y nada menos que con cuatro victorias de etapa, destacando especialmente su recordada cabalgata camino de Falzes, vestido con la maglia rosa.

El año siguiente (y después de haber ganado por el camino su primer Lombardía) sufrió una mononucleosis durante la corsa rosa, que le hizo acabar en una gris 18ª posición tras toda la expectación levantada. “La recuperación de la mononucleosis requiere entre 6 y 7 meses para que sea total, y lo cierto es que tampoco he estado brillante en el final de temporada. Perdí fuerza y potencia en subida, llegaba al final de las carreras cansado y recuperada peor los esuferzos”, explicó a finales de 2005 en el periódico veronés L’Arena.

Su nivel seguía siendo de primera línea mundial en los siguientes años, demostrando tanto su habilidad escaladora como, especialmente, capacidad para rematar en las clásicias, respondiendo a un perfil similar al de un Alejandro Valverde (1980) con quien ha compartido quinta.  En 2006, es 4º en el Giro y mejor joven del Tour tras ganar Trentino y ser 3º en Lieja. En 2007, es 5º en el Giro y vuelve a ganar Lombardía. En 2008, gana la Amstel Gold Race y Lombardía, aunque abandona en sus dos apuestas en las grandes (Tour y Vuelta). Mientras que en 2009, corriendo por primera vez desligado de las aspiraciones para la general, se lleva de forma espectacular dos etapas de la Vuelta a España. Sin embargo, Cunego era consciente que no todo iba del todo bien.

“Estaba especialmente bien físicamente en 2007 y 2008, pero fue un período un poco negativo para mí, algo que mis compañeros de equipo notaron. Lo entiendo: estaba un poco cerrado y mi cabeza no estaba clara. Estoy tratando de mejorar. No soy bueno comunicándome. Cuando no puedo trabajar bien no soy una persona buena con quien convivir”, explicaba a finales de 2009 en una entrevista a Cycling Weekly.

Sin embargo, las cosas no mejoraron para el italiano, que en 2010 cierra su primer año en blanco, y en los siguientes años firma sus últimos top 10 en grandes vueltas: 6º en el Tour de Francia de 2011 y  6º en el Giro d’Italia de 2012. La inestabilidad y los problemas físicos se convirtieron en un continuo en su carrera desde entonces. En 2013 asumió “no sentirse cómodo” en Lugano (Suiza), donde se había mudado un año y medio antes, y volvió a Verona a principios de 2014. En 2015, tras su cambio de aires a Nippo-Vini Fantini, se rompió la clavícula corriendo el Giro d’Italia. Y en enero de 2017 sufre otra fractura la clavícula en la Vuelta a San Juan.

damiano-cunego-nippo-escalador-giro-2016

Solamente Mikel Nieve evitó que Cunego fuera el mejor escalador del Giro d’Italia 2016. Foto: @giroditalia

Es en 2016 cuando parece que el veronés retoma la buena senda, subiendo al podio del Giro d’Italia 12 años después, disputando la clasificación de la montaña, que en segundo puesto final tras Mikel Nieve. En aquel momento asumía: “Ya no soy un candidato a disputar la general, pero siento que todavía tengo cosas a dar y resultados a ofrecer. Tengo dos años más por delante y estoy contento de haber llegado a Nippo-Vini Fantini. Si me hubiera quedado donde estaba, ya lo hubiera dejado”.

Finalmente, su última victoria fue en el pasado mes de julio, llevándose en solitario una llegada en alto a más de 4.000 metros en altura en el Tour de Qinghai Lake, donde rompía una sequía de más de cuatro años sin alzar los brazos. Ahora, después de haber pasado los dos años anunciados en Nippo-Vini Fantini, espera poder dar un broche final simbólico a una trayectoria de expecativas y sobresaltos.

Galería