Canyon Grail: El manillar del que todo el mundo habla
Todo el mundo no deja de hablar del nuevo manillar de Canyon. Concretamente el Hover Bar de su nueva creación de bicicleta gravel: la Grail. Recién presentada en sociedad y con un concepto distinto, revolucionario, único y sin nada que ver con lo convencional en este tipo de monturas todoterreno.
¿Es la Canyon Grail una bici gravel al uso? Carretera, caminos más exigentes que una pista con firme en condiciones, alguna bajada arriesgada entre rocas… En definitiva, una bici de aventuras. Para nuevas aventuras y tener todas esas opciones en una sola máquina.
Casualmente, en Zikloland acabamos de testar la Canyon Endurace, una bici con freno de disco y con amplios neumáticos por la que incluso nos hemos atrevido a transitar por pistas amables. No es una gravel al uso, pero nos abre una pequeña puerta para huir del asfalto. La Grail, su manillar Hover Bar y la concepción de la misma, ya abren de par en par todas esas posibilidades para rodar seguros, aparentemente muy cómodos y disfrutar de una bici híbrida que se va a adaptar a todo tipo de terrenos.
La comodidad fue la característica en la que los ingenieros de Canyon pusieron todo su empeño para darle a la Grail su condición todoterreno. Ayudar a neutralizar el impacto y las vibraciones de los golpes en cada pista, en cada roca. Y más allá de su manillar y esa plataforma que sale directamente de la dirección para conferir una mayor estabilidad en esa parte delantera de la bici, se centran en otros puntos clave como la tecnología de tija de sillín ya testada VCLS 2.0, los últimos sistemas de neumáticos y llantas y una mayor distancia entre ejes para que el ciclista sólo se dedique a pedalear y disfrutar el camino.
Si algo ha llamado la atención al usuario y al mundo del ciclismo en general ha sido ese manillar revolucionario de la Hover Bar. Su configuración única de dos pisos ha nacido para satisfacer mejor esa demanda de estabilidad en la zona de la cruz del manillar. Menos vibraciones cuando escalamos por superficies irregulares o cuando vamos rodando.
Es decir, su Flex Area flotante explota las propiedades elásticas del carbono para desviar y absorber suavemente esas vibraciones o golpes que proporcionan los elementos irregulares del terreno. Sólo se añaden 120 gramos más a un manillar convencional, siendo esta barra de desplazamiento el más ligero de los sistemas de suspensión alternativos que una bicicleta puede ofrecernos.
En cuanto a la geometría del cuadro, su distancia entre ejes extendida crea un paseo más estable, mientras que las dimensiones del manillar y la dirección inspiradas en la bicicleta de montaña y sus barras anchas brindan la agilidad necesaria para transitar por terrenos que requieren de una mayor técnica de conducción. Todos los modelos Grail vienen equipados con llantas Schwalbe G-ONE Bite de 40 mm de balón, adaptadas a un mínimo de llantas de 22 mm de ancho interno sin cámara, lo que permite al usuario bajar la presión del aire para lograr altos niveles de tracción.
Un modelo que tampoco compromete ligereza, ya que en una talla mediana, el cuadro de primera línea Grail CF SLX deja la balanza en sólo 830 gramos, pero es lo suficientemente resistente como para soportar los golpes y el desgaste que se derivan de conducir fuera de la carretera.
Las transmisiones Shimano de dos tiempos con nuevas relaciones de transmisión bajas de 1: 1 proporcionan un rango alto de marchas para hacer frente a todos los terrenos y todas las subidas sin tener que sufrir grandes saltos entre los engranajes.
